La problemática de la vivienda en Posadas golpea de lleno a los jóvenes que llegan desde distintos puntos de Misiones y del país para estudiar. Ante la ausencia de información oficial sobre la situación de los alquileres, un grupo de estudiantes decidió organizarse y llevar adelante su propio relevamiento. Se trata de “Jóvenes por el Alquiler”, un colectivo que busca poner en discusión las dificultades que enfrentan quienes deben arrendar un espacio para poder cursar en la capital provincial.
Ignacio Bobadilla, uno de los referentes, explicó en FM 89.3 Santa María de las Misiones que la iniciativa comenzó a principios de año y que ya cuentan con un primer conjunto de datos. Señaló que “son números que logramos conseguir con apenas cien encuestas” y que representan apenas una parte del objetivo de alcanzar cuatrocientas. Subrayó que el estudio no es estadísticamente representativo, aunque cumple con la función de ofrecer una aproximación y abrir el debate en torno al acceso a la vivienda.
En relación con los contratos, el relevamiento mostró que la mayoría de los estudiantes se vincula directamente con los dueños de las propiedades. El 68% alquila por trato directo mientras que el 31% lo hace mediante inmobiliarias. También surgió que un 60% tiene contrato formal, aunque un tercio reconoce que solo se guía por la palabra, lo que genera inseguridad jurídica. Apenas un 5% accede mediante comodato.
Otro aspecto que preocupa son las condiciones de los contratos y los incrementos en los precios. Bobadilla detalló que “el 70% de los estudiantes nos comentó que los aumentos en su contrato se dan cada seis meses o menos”.
Además, más de la mitad paga en efectivo y la misma proporción vive en departamentos de un dormitorio, frente a un 21% que opta por un monoambiente.
La encuesta también arrojó información sobre el origen de los inquilinos. El 63% proviene del interior misionero, el 18% es de Posadas y un 10% llegó desde otras provincias. Ese flujo migratorio juvenil se traduce en un gran número de estudiantes que deben afrontar alquileres elevados.
En mayo y junio, meses de referencia del estudio, el 44% abonaba entre 200 mil y 350 mil pesos mensuales.
El panorama se agrava porque muchos deben combinar el cursado con el empleo para sostenerse. Bobadilla precisó que “más de la mitad de los estudiantes estaban trabajando al momento que hicimos la encuesta” y que una parte de ese grupo buscaba un segundo empleo con el único fin de poder pagar el alquiler.
Las condiciones habitacionales tampoco son las mejores. Seis de cada diez aseguraron que su vivienda presenta problemas como humedad, filtraciones o fallas eléctricas. La percepción general es que los montos cobrados son muy altos en comparación con lo que realmente ofrecen los departamentos.
El relevamiento también mostró que la mitad de los estudiantes convive con otras personas. Casi la mitad del 47% reconoció que comparte la vivienda y un 42% de ese grupo aclaró que lo hace exclusivamente por razones económicas.
La segunda etapa del estudio se desarrollará durante el resto del año con la meta de alcanzar las cuatrocientas encuestas. Bobadilla explicó que “la idea en esta segunda mitad del año es poder avanzar con las encuestas que nos quedan” y que esperan contar con un informe final sólido para presentar a las autoridades.
El colectivo ya inició conversaciones con organismos provinciales y municipales. Según remarcó Bobadilla, “lo ideal sería que el Estado pueda tomar cuentas de esto y que lo empiece a considerar como una verdadera problemática”.
Finalmente, añadió que el déficit habitacional no es exclusivo de Misiones sino un fenómeno global, agravado por la especulación inmobiliaria y la falta de políticas públicas que garanticen el acceso a la vivienda.




