En la madrugada del 22 de diciembre del 2021, una menor se fue de su casa. Llevó varias cosas consigo y se dirigió hacia la localidad de San Vicente. Allí estuvo junto al amigo de su padre. Supuestamente iba a contenerla, pero abusó de ella. Al día siguiente la Justicia inició una investigación por violencia familiar contra la niña y se descubrió que había sido abusada también por su progenitor. Ayer el amigo debía sentarse en el banquillo, pero antes se declaró culpable.
El encartado tiene actualmente 40 años y llegaba acusado por el delito de “abuso sexual con acceso carnal”. El Tribunal Penal de Oberá había fijado fecha para el juicio pero el imputado junto a su defensor, aceptó el acuerdo ofrecido por la fiscalía para abreviar el proceso debido al cúmulo de pruebas que había en su contra.
Aceptó ser condenado a la pena de ocho años de prisión de cumplimiento efectivo. Firmó el escrito y éste fue presentado a las autoridades del tribunal para que el mismo sea evaluado detalladamente.
Respecto a los hechos, el día citado al inicio, la comisaría de Dos de Mayo tomó conocimiento a través de una publicación en redes sociales acerca de la búsqueda de una menor.
El personal policial se dirigió a la vivienda de los padres y allí confirmaron que aún no había regresado.
La madre relató que se dio cuenta de su ausencia aproximadamente a las 5.30. Se había llevado una mochila con ropas, su DNI, un carnet de vacunación y 600 pesos en efectivo.
La distancia que recorrió la menor fue de más de 20 kilómetros hasta San Vicente. Si bien no trascendió cómo se desplazó hasta allí, presumiblemente el amigo de su padre la habría trasladado en un vehículo.
Lo certero es que la llevó a una casa y abusó sexualmente de la niña aprovechándose de su estado de indefensión. Era maltratada y por eso escapó de su casa cuando todos dormían para encontrarse con este hombre.
En medio de ese ardid, el sospechoso fue con la niña hasta la comisaría de San Vicente para que ella contara que era violentada en su casa.
Pero la situación no salió como él lo esperaba, dado que al ser la menor asistida por un equipo interdisciplinario, contó que había sido sometida sexualmente por quien la había acompañado.
A medida que pasaron las horas, la menor también reveló que era abusada por su padre, un hombre que entonces tenía 34 años.
El Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente ordenó la detención del primero y también la del padre de la niña, pero hasta hoy se desconoce su paradero. Tiene pedido de captura y está declarado judicialmente en rebeldía.
Respecto al juicio abreviado, el acuerdo tuvo el visto bueno de los jueces Horacio Gabriel Paniagua, Graciela Ivonne Heppner y Amado Dante Carvallo. Homologaron el acuerdo con una sentencia.









