Todos soñamos solo que algunos los recordamos y otros no. La actividad cerebral es intensa cuando estamos despiertos, pero también lo es cuando dormimos, aunque de los sueños todavía no se sabe a ciencia cierta la verdad de lo que ocurre.
Justamente hace no mucho, científicos japoneses lograron grabar sueños y reproducirlos, pero en realidad todavía no los descifraron como para entenderlos claramente.
Calderón de la Barca en La vida es sueño, remarca que “los sueños, sueños son”, pero así dicho, literalmente hoy podemos decir que no son solamente sueños.
Existen muchas ramas de psicólogos y científicos que tienen sus teorías respecto a los sueños, esos estados oníricos que nos despiertan sobresaltados, otros nos dejan preocupados y otros nos aterran, pocos son los que nos hacen felices y son los que duran poco. ¿Les pasó?
Según la ciencia, si tuvimos un día agitado, con muchos pensamientos preocupantes, de resolución, de repeticiones o de análisis matemáticos, todos estresantes, en la noche tendremos algo similar, pues la teoría es que el cerebro trata de “ordenar” todos esos pensamientos. Así, los vuelve a recordar, los mezcla, los pone sobre una pantalla y luego los va colocando en su sitio. Siempre dormir es el estado que necesita el cuerpo humano para repararse y el cerebro también trabaja en eso.
Si todos nuestros pensamientos estuvieran entremezclados no seríamos mentalmente sanos, por eso los sueños forman parte de la actividad cerebral.
Pero, ¿qué soñamos? Soñamos lo que más nos impacta conscientemente, pero mezclado con lo que tenemos guardado en el subconsciente.
Entonces cuando soñamos tenemos imágenes, algunos recrean experiencias y por eso suelen aparecer personas que ya no están porque sí tuvieron que ver con eso que hoy nos tiene preocupados.
Interpretaciones
Cuando Calderón dijo: “Los sueños, sueños son”, en realidad hablaba de la aceptación de ciertos hechos que deseamos que ocurran, pero no fue así.
Hoy, desde la física cuántica y el estudio de la lógica biológica, podemos conocernos un poco más a través de los sueños.
Incluso, como nuestro cerebro interpreta lo que nos preocupa, hasta se convierte en un estado de creatividad. Si tenemos a mano un papel cuando despertamos podemos escribir y seguir durmiendo. Al otro día veremos que, en sueños, tuvimos una idea para solucionar nuestro problema.
No es magia, es la interpretación del cerebro y la relación que hace con lo que experimentamos con lo que tiene guardado para esos casos.
Somos una máquina perfecta, un cuerpo completo con equipos “técnicos”, psicológicos, sentimentales y espirituales.
Si bien cada ser es individual y único en sí mismo, los sueños que más se relacionan con lo biológico pueden tener interpretaciones afines. Esto lo podemos explicar, como cuando soñamos que no podemos avanzar, que estamos frenados, queremos salir corriendo y no podemos, son sueños inquietantes y hasta desesperantes. Hablamos de la parálisis del sueño y si buscamos una respuesta veremos que hay “algo” que queremos hacer y no lo estamos logrando.
Como verán, es muy amplia la actividad que tiene el cerebro relacionada a lo que vimos, escuchamos, sentimos, hicimos y experimentamos.
Existen herramientas para tener sueños placenteros, incluso para recordar nuestros sueños. Una de ellas es, antes de dormir, organizar la jornada. Anotar lo logrado, agradecer, perdonar y sentir que todo está bien y que mañana será un día maravilloso. Respirar profundo y entregarse en manos del Sr. Sueño.
El control en tus manos
Una forma de darnos cuenta de que estamos en desequilibrio emocional es prestando atención a nuestros sueños. Si soñamos, por ejemplo, que estamos flotando y nos caemos, despertándonos sobresaltados, hablamos del control. Queremos tener el control y no lo logramos, puede ser de un sentimiento, controlar a alguien, controlar una situación. Algo que no tenemos en nuestras manos. Poder soltar de manera consciente y darle el mensaje al cerebro de que está todo bien, podremos dormir mejor y hasta podremos pasar página para soñar una respuesta.
En algunos casos, soñar con caerse puede ser una señal de que necesitas dejar ir algo que ya no te beneficia, como una relación tóxica, un trabajo insatisfactorio, o patrones de pensamiento negativos. Recordemos que todo está en nosotros, no hay nada afuera, somos nuestros propios maestros.
Antes de dormirnos meditemos, vamos a nuestro corazón y llevamos una intención, comenzamos a imaginarnos con el deseo cumplido y si soñamos, al despertar anotamos lo soñado. Durante el día analizaremos y tendremos un camino.
Rosanna Toraglio
Periodista
BioPsicoTerapeuta









