En el calendario de Días Mundiales curiosos y extraños, uno de los más llamativos es el Día de Hacer la Cama, que se celebra cada 11 de septiembre.
A continuación te contamos por qué la expresión es “hacer” la cama y no “tenderla”, y también por qué es tan importante esta práctica que debería ser cotidiana, por más que a algunos les resulte tediosa.
Según Elisenda Porter, quien se confiesa una exploradora de cele raciones de días raros, esta efeméride pretende concienciar a todo el mundo de los beneficios de tener ese hábito cada mañana.
Por eso, estamos hablando de una actividad que debe celebrarse no sólo en el “Día de” sino todos los días del año. Pero para alejarnos de la apatía y animarnos a disfrutar haciendo la cama, necesitamos entender los motivos.
Al fin y al cabo, hablamos de una de las tareas más fáciles de realizar si la comparamos con otras que tendremos en la jornada.
Por qué “Hacer la cama”
Porter explica que la frase “haz tu cama” probablemente comenzó en los tiempos en que la cama no era más que una simple estera en el suelo. Es que hubo épocas en que no todos tenían la posibilidad de tener una cama de madera, ni espacio para varias de ellas. Lo más práctico era tirar una frazada, un poco de heno o algún cuero de cordero que hiciera un poco más cómodo y mullido el piso.
Lo cierto es que para dormir había que “hacer la cama” y al día siguiente había que levantar la cama.
Beneficios de hacer la cama
Según quienes bregan por el buen hábito del que hablamos, sería de una gran ayuda para la salud mental. Y no solamente eso: aseguran
que tener un entorno de sueño ordenado hace que el sueño sea más reparador.
Además, remarca Porter, cabe suponer que empezar el día con al menos una “tarea” ya hecha crea una actitud más positiva y puede ayudar a la persona a tomarse el resto de los retos del día con calma.
Acá podemos relacionar cama con descanso y con calma. Si al hacer la cama lo vamos pensando conscientemente podremos incorporar en nuestra mente esa sensación del éxito, del primer paso cumplido. De lo contrario, si no lo hacemos, cargaremos durante todo el día con el peso de haber hecho lo suficiente.
Por otra parte, para el Feng Shui, el orden es fundamental para que el chi, nuestra energía, circule libremente, sin obstáculos. Una cama con arrugas habla de obstáculos, entonces hay que estirar las sábanas. Se puede disfrutar de hacerlo pensando en que estamos allanando nuestro camino del día.
Como la cama es el punto central del dormitorio, cuando está hecha, toda la habitación parece más ordenada y, como resultado, se vuelve
menos estresante.
Más beneficios
- Por el hecho de tener un cuarto ordenado, la calidad del sueño mejora.
- En una habitación tranquila, sin demasiado “ruido” exterior ni distracciones como el desorden, llega la relajación.
- Aseguran que hacer la cama aumenta la productividad. Es que la idea de que un objeto en movimiento se mantiene en movimiento, cuando los seres humanos empiezan una pequeña cosa, tienden a tener más capacidad para hacer otras. En cambio, al comenzar el día en letargo es más costoso generar energía para la acción siguiente y se tiende a quedarse estancado, sin cambios, sin motivación y sin hacer nada.
- Reducción del estrés: se ha establecido una relación entre comenzar con organizar tu espacio, puede mejorar la salud mental.
¡Ah! Y para los detractores de hacer la cama, hay una explicación más que tiene su lógica, y es que al dormir el cuerpo emana sus tóxicos: es durante el sueño cuando descargamos todo lo que cargamos en el día. Así que airearla para hacer un “detox” puede ser muy necesario.
Entonces, se sugiere dejar bien libre la cama, quitar la sábana de arriba, llevarla hasta los pies y así tomará el aire. Pero también sirve dar unos buenos sacudones a todo -sábanas y mantas- antes de armarla.
Cómo celebrar el Día de Hacer la Cama
¡Descarta el caos a primera hora haciendo la cama! Aunque algunas personas piensen que este día parece una tarea, ¡no lo es! Una vez que las personas conocen los beneficios que hay detrás, hacer la cama puede convertirse en un ejercicio encantador para celebrar. Prueba estas ideas:
Haz lo obvio: haz la cama
En lugar de saltar de la cama a la batalla dejando atrás una masa enmarañada de procrastinación, aprovecha el Día de hacer la cama para iniciar un nuevo hábito. Es una pequeña cosa que puede marcar una gran diferencia. Una vez hecho, muchas personas descubren que están un poco más motivadas para hacer otra cosa y se inicia una reacción en cadena.
Consigue ropa de cama nueva
A veces la gente no quiere hacer la cama porque no se siente muy orgullosa del decorado final. Puedes elegir el Día de hacer la cama como el día de renovarla. Elegir una colcha o frazada de fácil colocación y de un color que te guste.









