El robo de cables, un delito que deja a oscuras barrios enteros y silencia las comunicaciones, sufrió un duro golpe este miércoles en Posadas. Una investigación de meses, liderada por la Dirección de Investigaciones Complejas de la Policía de Misiones, culminó con un megaoperativo que desbarató parte de una organización dedicada a la sustracción de tendido eléctrico y a su posterior venta. El saldo: tres detenidos, más de 500 kilogramos de cobre recuperados y la confirmación de que varias chatarrerías locales funcionaban como eslabón clave en la cadena delictiva.
La operación, ejecutada de manera simultánea en varios puntos estratégicos de Posadas, fue el resultado de un minucioso trabajo de inteligencia para rastrear el origen de los robos de cables subterráneos y de alta tensión, así como de medidores de luz, que vienen afectando la infraestructura de servicios públicos de la ciudad.

El primer golpe se dio en una vivienda de las calles Bosetti y 127, en el barrio San Gerardo. Al irrumpir en el lugar, los efectivos de la Comisaría 6ª y de la Dirección GIR (Grupo de Intervención Rápida) encontraron un escenario que hablaba por sí solo: bolsas repletas de cobre prensado, listo para ser vendido, rollos de cables de distintos grosores, una balanza de precisión y una motocicleta con evidentes signos de adulteración. En el sitio fue detenido Ignacio Luis C. (57), conocido en el ambiente como “Gordo”. Para agravar su situación, la patente del vehículo incautado figuraba como robada.
Casi al mismo tiempo, otra comisión policial allanaba un domicilio en la calle 210 del barrio Giovinazzo. Allí, el panorama era similar: más cobre compactado, cables de acero y una motocicleta desarmada con la numeración del motor limada, una técnica habitual para borrar el rastro de vehículos robados. En este procedimiento fue arrestado Ramón F. (50).
La investigación, sin embargo, no se detuvo en los ejecutores materiales del robo. Siguiendo la ruta del metal robado, los agentes llegaron hasta los depósitos de compra y venta de chatarra, sospechados de actuar como centros de acopio y reducción. En un galpón ubicado sobre la calle Japón, en la chacra 26, se hallaron cerca de 300 metros de cable eléctrico de procedencia ilícita. Su responsable, Omar L. (46), fue detenido en el acto.
La red de complicidades se extendió a otro local del rubro en el barrio San Gerardo, donde también se incautó una cantidad significativa de cobre prensado. Por orden del Juzgado de Instrucción 7 de Posadas, que supervisa la causa, se tomó declaración a la propietaria del establecimiento para determinar su grado de implicación en la red.
Los tres detenidos, junto con la totalidad del material secuestrado -que incluye el cobre, las motocicletas y otros elementos de interés para la causa-, fueron trasladados a la Comisaría 6ª de la Unidad Regional I, donde permanecerán a disposición de la Justicia.
Fuentes de la investigación aseguraron que este operativo es solo el comienzo. La fuerza provincial no descarta nuevas detenciones y allanamientos en los próximos días, ya que el objetivo final es desmantelar por completo una estructura criminal que no solo genera millonarias pérdidas materiales, sino que también pone en riesgo la seguridad y el bienestar de los ciudadanos al sabotear servicios esenciales.












