En el Hogar de Día de la ciudad de Oberá se puso en marcha un esperado proyecto de huerta comunitaria, que en su jornada inaugural de trabajo contó con la participación de niños y niñas que asisten a ese centro de contención, familiares y voluntarios.
El espacio, ubicado en el predio del Hogar, busca proveer de frutas y verduras a las familias y promover la participación activa de los niños a través del aprendizaje y el fortalecimiento de los vínculos comunitarios.
El director del Hogar de Día, Lucas Schwartz, aseguró en diálogo con PRIMERA EDICIÓN que esta iniciativa “es algo que como institución anhelábamos hace tiempo”.
Y agregó que “es un proyecto muy beneficioso porque promueve la colaboración, el trabajo en equipo y la paciencia. Son ellos los que realizan esta tarea y eso fortalece no solo la autoestima, sino también el sentido de pertenencia”.
Aprendizaje compartido y cuidado ambiental
La presidenta de la Fundación Male, Lucila Artui, explicó que tanto la fundación a su cargo como el Instituto Cenemi de esa localidad aportaron mano de obra e instructores, mientras que colaboradores locales donaron insumos como abono y plantines para poner en marcha la huerta.
“La idea es que aprendamos juntos y que puedan llevar esta iniciativa también a sus casas, porque la realidad es que lo más caro que tenemos son las frutas y verduras, y si podemos generar ese espacio en conjunto para obtener este recurso es un gran aporte”, aseguró Artui.
Asimismo, destacó que la huerta forma parte de una línea de trabajo en educación ambiental que sostienen hace tiempo con el Hogar de Día. “Trajimos un ecopunto y trabajamos en el reciclado. Son ideas valiosas porque les dejás una herramienta, una enseñanza y obviamente un recurso”, comentó.
Cultivar la participación
Schwartz resaltó el impacto social del proyecto: “Aprender a plantar, a generar sus propios recursos en lo alimenticio y que puedan ellos no solo hacerlo acá en el hogar, también poder transmitirlo a sus hogares es lo que buscamos”.
Además, anticipó la intención de ampliar la participación: “Esto es el inicio, la idea es que después se puedan ir sumando más padres de los niños para poder realizar esta tarea de manera más comunitaria y poder ayudarles, enseñarles y explicarles el proceso”.
El Hogar de Día de Oberá actualmente acompaña a 44 familias y alrededor de 123 niños en situación de vulnerabilidad. Según precisó Schwartz, entre 40 y 50 menores asisten diariamente al centro de doble jornada.
En ese escenario, el nuevo espacio verde se suma como alternativa a las propuestas del hogar, que buscan “contener e inculcar a nuestros niños el cuidado de nuestra casa, que es el Hogar mismo y nuestro planeta”, indicó el director.





