El guitarrista de Los Cafres, Demián Marcelino, conocido en su proyecto solista como DMIX, ha lanzado una colaboración explosiva junto a Ivonne Guzmán, la carismática voz de La Delio Valdez. La canción, titulada “Pitonisa”, es un latin reggae de alto voltaje que fusiona la experiencia instrumental de DMIX con la impronta visceral de Guzmán, quienes no solo interpretan, sino que también brillan como compositores.
La pieza, descrita como una canción de “bravío, poder visceral e instintivo”, se presenta como un himno para conectar con los amores y exorcizar las penas a través del baile y el ritmo. La unión de ambos artistas no es casual. Su relación de amistad y admiración mutua se forjó en las jams sessions de la escena musical porteña, en particular en el recordado Makena, donde compartían escenario con el proyecto Afromama, un laboratorio musical que los vio crecer y consolidarse.
Para DMIX, la colaboración con Guzmán era un deseo largamente acariciado. La idea de “Pitonisa” surgió a partir de una sección de bronces que, de inmediato, le trajo a la mente la voz de la cantante colombiana, a quien admiraba por su “impronta” y su inconfundible estilo. Por su parte, Ivonne Guzmán describe el proceso de creación como algo casi mágico: la letra y la melodía “bajaron de una”, con una fuerza y un ritmo que invitan a “gozársela toda”. Esta fluidez creativa se refleja en el resultado final, una pieza que no solo tiene calidad musical, sino también una energía contagiosa.
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DMIX: un espacio de libertad creativa
El proyecto DMIX nació en 2020, en plena pandemia, como una iniciativa independiente y autogestionada de Demián Marcelino para explorar nuevas sonoridades y colaborar con colegas de distintos géneros. “Pitonisa” es el resultado de esa búsqueda, una muestra de cómo la colaboración puede nutrir y expandir los horizontes de los artistas.
La canción ya está disponible en todas las plataformas digitales, y su lanzamiento promete ser uno de los hitos del reggae y la música latina en la escena local. Es un claro recordatorio de que, incluso en tiempos de música estandarizada, la autenticidad y el talento genuino siguen siendo la fuerza motora de la creatividad.





