El gobierno de Javier Milei sufrió este domingo su revés electoral más duro desde la asunción presidencial. En las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires, distrito que concentra más del 37% del padrón nacional, el frente Fuerza Patria —que reúne a Axel Kicillof, Cristina Kirchner y Sergio Massa— se impuso por 13 puntos sobre La Libertad Avanza (LLA).
Con el 84% de las mesas escrutadas, Fuerza Patria obtenía el 46,93% de los votos, contra el 33% de LLA. Más atrás quedaban Somos, con 5,41%; la izquierda, con 4,37%; Potencia, con 1,41%; y Unión Libertad, con 1,34%. El peronismo triunfó en la primera, la tercera, la segunda, la cuarta, la séptima y la octava sección electoral, mientras que LLA solo pudo celebrar en la quinta y la sexta.
La batalla central se dio en la primera sección, que abarca parte del conurbano norte y oeste. Allí, Gabriel Katopodis (Fuerza Patria) superó por 47% a 37% a Diego Valenzuela (LLA), intendente de Tres de Febrero. “Es un freno a Milei”, sostuvo Katopodis al celebrar el triunfo. La tercera sección, históricamente peronista, consolidó la victoria: la lista encabezada por Verónica Magario derrotó por 53% a 28% a la boleta libertaria, que llevaba como primer candidato al excomisario Maximiliano Bondarenko.
El peronismo también ganó en la octava sección (La Plata), donde la lista impulsada por Julio Alak venció por 43% a 37% a Francisco Adorni, hermano del vocero presidencial. En la segunda y la cuarta sección, LLA sufrió el costo de la fuga de intendentes que habían acompañado al espacio en 2023, como Pablo Petrecca (Junín), Guillermo Britos (Chivilcoy) y Sebastián Passaglia (San Nicolás).
El oficialismo nacional solo pudo mostrar resultados positivos en la quinta sección, donde Guillermo Montenegro (Pro) se impuso en General Pueyrredón, y en la sexta, donde Oscar Liberman ganó en Bahía Blanca. Sin embargo, esos triunfos resultaron insuficientes frente al peso electoral del conurbano.
La participación en Buenos Aires fue del 63%, una de las más bajas de las últimas décadas, por debajo del promedio histórico del 76% en elecciones de medio término. En 2021, en plena pandemia, había votado el 70%.
El resultado bonaerense impacta de lleno en el panorama nacional, ya que será antesala de las elecciones legislativas generales del 26 de octubre. En el peronismo destacaron que “la unidad fue clave para el resultado”, en palabras de Sebastián Galmarini, dirigente cercano a Massa. Carlos Bianco, ministro de Gobierno de Kicillof, aseguró que “fue un día histórico” y resaltó la organización provincial del proceso electoral.
Para Milei, la derrota se produce en un contexto complejo, marcado por la crisis cambiaria y el escándalo judicial del caso Spagnuolo, que salpicó a su gestión en los últimos días de campaña. La Casa Rosada intentó minimizar el impacto señalando que LLA logró aumentar la cantidad de bancas en la Legislatura bonaerense y atribuyó la caída al peso del aparato peronista en los municipios.
El Presidente siguió la elección en la quinta de Olivos y más tarde se trasladó al búnker libertario en Gonnet. Allí lo acompañaron Karina Milei, Sebastián Pareja y Santiago Caputo. La tensión interna dentro de LLA, entre el ala de la hermana del mandatario y los sectores ligados a Caputo y los Menem, quedó a la vista de cara a los próximos pasos.
La derrota en Buenos Aires reconfigura el tablero político. Mientras Kicillof se fortalece dentro del peronismo y busca proyectar su liderazgo hacia 2027, Milei deberá recomponer su frente interno y enfrentar con menos capital político las legislativas nacionales de octubre.






