El movimiento scout volvió a cobrar protagonismo en Misiones con motivo de la conmemoración de su día este 5 de septiembre. En la provincia, el trabajo de los grupos se sostiene sobre la transmisión de principios y la formación de niños y jóvenes en un estilo de vida que apunta a la solidaridad y la vida en comunidad.
María Eugenia Martínez, integrante del Grupo Scout Santo Cura Brochero de Itaembé Guazú, explicó que la esencia del movimiento está en la construcción de valores. Señaló que cuando un chico llega lo primero que se pregunta es qué hacen los scouts. Aclaró que la respuesta es simple pero encierra un desafío profundo.
“Trabajamos en valores, más que nada. Es una educación no formal, entonces a través del juego, de distintas actividades y de servicios los chicos van adquiriendo esta forma de vida, porque es un estilo de vida”, expresó.
En diálogo con FM de las Misiones, indicó que la solidaridad se encuentra en el centro del proyecto educativo. Aseguró que se busca que los jóvenes aprendan a mirar la necesidad del otro, reconocer los problemas de su entorno y fomentar la sensibilidad hacia la comunidad. “Para mí la solidaridad es lo principal”, subrayó.
Tiago Martins, director del Distrito 2 de los scouts en Misiones, recordó que el movimiento tiene alcance mundial, aunque en cada país y región se adapta a las realidades locales. Explicó que la zona 26 comprende a toda la provincia y está dividida en tres distritos, norte, centro y sur. Comentó que en total son alrededor de setecientos integrantes, con un rango de edades que va de seis a veintidós años. En el caso del distrito que dirige, cuando la afiliación es completa supera los trescientos miembros.
El dirigente resaltó que el escultismo busca dotar a los jóvenes de herramientas para la vida diaria. Aseguró que no se trata de formar especialistas sino de ofrecer un abanico amplio de experiencias que despierten vocaciones, transmitan habilidades prácticas y fortalezcan el compromiso social.

“La idea es ayudar a los chicos que tengan habilidades para la vida, que sepan hacer de todo, desde cocinar, arreglar su cama, ponerse un botón si hace falta”, sostuvo.
Uno de los aspectos que más interés genera en las familias es el vínculo de los scouts con la tecnología. Martínez relató que la mayoría de los padres acercan a sus hijos preocupados por el uso excesivo del celular y el aislamiento. “De cada diez chicos, nueve lo traen por el tema del celular y de estar encerrado en un mundo tecnológico”, explicó. Subrayó que las actividades propuestas relegan al teléfono a un plano secundario y los jóvenes se enfocan en la naturaleza, el juego, la cooperación y el servicio.
La referente de Itaembé Guazú afirmó que también se trabaja en la formación de líderes positivos, capaces de irradiar lo aprendido en sus entornos cotidianos. Dijo que esas herramientas permiten que los adolescentes expresen actitudes constructivas en la escuela, en la familia y en sus grupos de pertenencia.
Martins destacó que la vida en comunidad es una característica esencial del escultismo. Detalló que el movimiento se organiza en ramas según las edades, desde los lobatos y lobeznas hasta los rovers. Cada etapa, afirmó, tiene un marco simbólico y un enfoque distinto que los va preparando para asumir responsabilidades mayores y finalmente elaborar un proyecto personal de vida.
Martínez explicó que la identidad de cada grupo se refleja también en su pañoleta. En el caso del Santo Cura Brochero, los colores remiten al poncho del santo, a la pureza, al movimiento mundial y al atardecer de Itaembé Guazú. Recordó que la agrupación cumplió cuatro años en junio y que funciona en la escuela 960.
Por su parte, Martins enumeró los grupos que existen en Posadas. Mencionó al Baden-Powell, con más de un siglo de historia, el Inmaculada, el Roque González en Villa Cabello, el Jesús Misericordioso de Itaembé Miní, el Santo Cura Brochero en Itaembé Guazú y el Andrés Guacurarí en San Miguel. Además, en el interior integran el distrito Santa Rosa de Lima en Bonpland y Mintaka en Candelaria.
Ambos referentes coincidieron en que el objetivo es dejar una huella positiva en la comunidad y formar ciudadanos comprometidos. Martins recordó que los scouts se organizan frente a emergencias, como ocurrió con la campaña nacional de ayuda a Bahía Blanca tras las inundaciones. “El objetivo también del movimiento es dejar un mundo mejor en mejores condiciones”, afirmó.





