Un proyecto de investigadores busca aplicar inteligencia artificial en el análisis de radiografías de tórax para mejorar el diagnóstico de la tuberculosis, enfermedad pulmonar altamente contagiosa que muestra un incremento preocupante de casos en Argentina y el mundo luego de la pandemia por COVID-19.
El estudio, a cargo del bioquímico Javier Marx y otros cinco especialistas del país, desarrolló y entrenó un software de IA para la detección de la enfermedad y ahora compara su desempeño en la interpretación de radiografías de tórax para determinar su efectividad frente a métodos tradicionales de diagnóstico como la baciloscopia, el cultivo y la biología molecular.

Alta incidencia
Marx, profesional con amplia trayectoria en el ámbito de las enfermedades infecciosas, explicó en diálogo con PRIMERA EDICIÓN que la tuberculosis es una enfermedad que, pese a tener tratamiento y cura, hoy presenta serias dificultades en el diagnóstico. “Son estudios que tardan mucho tiempo. Un cultivo hay que esperar por lo menos 40 días para descartar la enfermedad. Y en esos 40 días el paciente está transmitiendo la enfermedad”, explicó,
A ese escenario se suma que tras la confirmación, no se rastrean las posibles personas que pudieron ser infectadas por contacto y que el abandono del tratamiento (que dura 6 meses) es alto. Este último fenómeno genera otros problemas, como que la enfermedad se reactive o el desarrollo de resistencia a los fármacos. “Lejos estamos con los métodos habituales de lograr disminuir esa incidencia de tuberculosis”, aseguró el especialista, un desafío que abre la puerta a nuevos desarrollos científicos.
Etapas del proyecto
El proyecto para dar respuesta a ese desafío desde Argentina inició hace cinco años, durante la pandemia. Seis profesionales de la medicina y la programación de distintos puntos del país están involucrados en su desarrollo.
El objetivo es poner el desarrollo de la inteligencia artificial (IA) al servicio de la detección temprana de esta enfermedad. En un primer momento, trabajaron en el entrenamiento del software, “para que empiece a tener la capacidad autónoma de detectar la enfermedad, eso lo trabajamos durante un poco más de 3 años”, explicó el investigador.
La siguiente etapa, actualmente en desarrollo, es la de validación. “El software ya está entrenado y ahora lo que estamos haciendo es que lea radiografía de tórax para detectar los pacientes con la enfermedad”, indicó Marx.
Y resaltó que “es un software de ciencia argentina, el grupo de desarrolladores es argentino, se llama IARA”. En esta instancia del proyecto, el programa está siendo comparado con los métodos habituales y con un modelo similar de Holanda con el objetivo de evaluar su sensibilidad y especificidad para la detección de la enfermedad.
Expectativas
Sobre el futuro del proyecto, Marx comentó: “Venimos muy bien, todavía faltan unos meses de estudio, pero creemos que a fin de año vamos a tener los primeros avances y con un muy buen comportamiento, es decir, el software es capaz de detectar con una alta precisión cuáles son los pacientes con tuberculosis y descartar con una alta precisión los negativos”.
Y aseguró que “es importante decir que acá no venimos a reemplazar a nadie, sino que es una herramienta que va a ayudar en el diagnóstico, un paso fundamental para resolver un problema”.





