El Gobierno nacional dio un nuevo paso en su agenda de desregulación económica con la publicación del Decreto 629/2025, que deroga el régimen de control estatal sobre la venta y distribución de diarios, revistas y publicaciones afines en la vía pública. La norma, firmada por Javier Milei y Sandra Pettovello, disuelve el Registro Nacional de Vendedores y Distribuidores de Diarios y Revistas, vigente desde el año 2000.
La medida, publicada este miércoles en el Boletín Oficial, entra en vigencia de inmediato y se inscribe en la estrategia del Ejecutivo para reducir la intervención estatal en actividades económicas consideradas de libre ejercicio por la Constitución Nacional.
Fin del control estatal
El decreto sostiene que el régimen anterior era “innecesario y obsoleto”, y que su derogación favorece la libre circulación de bienes, servicios y trabajo, además de garantizar la libre competencia. El texto cita como marcos jurídicos la Ley 24.307 de desregulación del comercio interior y el Código Civil y Comercial de la Nación.
Desde ahora, la actividad quedará sujeta únicamente a la normativa civil y comercial, junto con las disposiciones provinciales y municipales vinculadas al uso del espacio público.
Paradas de diarios como centros postales
Uno de los puntos más innovadores es la habilitación para que las paradas de diarios puedan ofrecer servicios postales, previa inscripción como operadores en el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM). Quienes no se registren podrán asociarse a un operador autorizado.
Las nuevas actividades permitidas incluyen:
- Entrega de correspondencia
- Gestión de paquetería y papelería
- Depósito y entrega de productos de comercio electrónico
- Distribución de tarjetas, DNI y pasaportes
La medida se vincula con el Decreto 1005/2024, que ya había flexibilizado el marco postal para incentivar la competencia.
Próximos pasos
El gobierno de Milei ya había avanzado con la eliminación de controles en sectores como transporte, comercio exterior y servicios digitales. Con esta norma, el foco se traslada al uso del espacio público, donde municipios y provincias tendrán la última palabra sobre la regulación de las paradas.
En paralelo, ENACOM diseña un protocolo para habilitar paradas como puntos postales, con la intención de integrar servicios esenciales en zonas de alta circulación.
El decreto redefine el rol de las paradas de diarios, que pasan de ser espacios de venta tradicional a un modelo híbrido entre periodismo, comercio y logística urbana. El desafío estará en cómo se implementa en las calles, sin dejar atrás a quienes sostuvieron durante décadas una de las imágenes más icónicas de la vida porteña.





