Las flores de esta hierba viven mucho tiempo, de ahí su nombre: siempreviva. Son perennes, crecen hasta unos 40 centímetros de altura. Su nombre científico es “Gomphrena perennis”.
Es conocida por diferentes nombres, como “yuyito del amor”, pero los nativos de esta región la llaman desde la antigüedad “paratudo”, por sus virtudes. Es una especie adaptógena capaz de combatir afecciones y revitalizar el cuerpo.
Esto hizo que la planta despertara el interés de diversos científicos que la estudiaron y la catalogaron como una especie capaz de ayudar al cuerpo a adaptarse a diferentes situaciones estresantes.
Entre sus propiedades, la siempreviva tiene aminoácidos esenciales como la lisina, valina y triptófano; vitaminas A, B y E; minerales y oligoelementos como el magnesio, calcio, potasio y germanio; fitoestrógenos y elementos curativos como la alantoína y antioxidantes como la quercetina y cumarinas.
¿Cuáles son sus bondades?

– Adaptógena: Está clasificada de esta manera porque ayuda al cuerpo contra diversos factores de estrés. En lo cotidiano se puede utilizar como revitalizante porque combate la fatiga; antiestrés, antinerviosismo y antidepresivo, según diversos estudios la planta tiene acción calmante, lo cual alivia los síntomas anteriormente nombrados.
– Antioxidante: Sus compuestos, incluyendo la vitamina E, protegen al cuerpo del estrés oxidativo y evitan el envejecimiento prematuro de las células, básicamente ayuda a prevenir diversas enfermedades y fortalecer el sistema inmune.
– Diurética: Estudios afirman que sus poderes diuréticos y depurativos están vinculados a sus compuestos antioxidantes. También posee compuestos antiespasmódicos y un efecto cardioprotector.
– Otras virtudes: Está científicamente comprobado que la planta es buena para el sistema digestivo, respiratorio; posee virtudes antimicrobianas y antiinflamatorias; Es buena para tratar los dolores menstruales y prevenir las hemorragias.
¿Cómo consumirla?
Se puede beber en forma de infusión o agregar las flores en el mate. ¡¡Salud!!





