En un contexto donde los casos de violencia de género y discriminación siguen siendo una preocupación central en la sociedad, la incorporación de la perspectiva de género en la Justicia se vuelve clave para garantizar fallos más justos e igualitarios. En Misiones, a pesar de los avances normativos y jurisprudenciales, expertos advierten que todavía persisten desigualdades estructurales y resistencias culturales que dificultan la plena aplicación de esta mirada en todos los estratos del Poder Judicial.
Ante este panorama, la abogada Florencia González, especialista en violencia y género, explica los desafíos y avances de la conciencia de género dentro del sistema judicial, resaltando la importancia de analizar cada caso concreto y derribar estereotipos históricos que afectan a mujeres y personas en situación de vulnerabilidad.

En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones destacó que más que hablar de “perspectiva” prefiere hablar de conciencia de género, concepto que implica “un cambio estructural en la forma de analizar los casos judiciales”, en lugar de una simple mirada opcional.
Señaló que este enfoque no es una ideología ni busca privilegios para las mujeres, sino que parte del reconocimiento de una desigualdad histórica y cultural que puso al varón en el centro del sistema jurídico y social. “El Código Civil, la patria potestad, el divorcio o el derecho político fueron pensados originalmente bajo una lógica androcéntrica”, recordó.
La especialista subrayó que la Ley Micaela obliga a capacitar en conciencia de género a los tres poderes del Estado, pero que “muchas veces una capacitación aislada no alcanza para que esa mirada se incorpore de manera efectiva en la práctica judicial”.
Entre los avances jurisprudenciales, González mencionó el caso de Evelyn Rojas, donde se incorporó el agravante de crimen de odio hacia una mujer trans, y el reciente fallo del Superior Tribunal que reconoció un femicidio en lugar de un homicidio simple. También valoró la creación de juzgados específicos de violencia en Misiones, aunque advirtió que la masividad de causas genera dilaciones que afectan a las víctimas.
La abogada ejemplificó cómo la falta de conciencia de género genera fallos contradictorios: medidas de restricción que resultan inaplicables cuando víctima y agresor comparten un mismo terreno; o sentencias alimentarias que no consideran las tareas de cuidado y el impacto en la vida profesional de las mujeres.
Consultada por las críticas que recibe esta incorporación, explicó que persiste la idea errada de que se busca culpabilizar al varón o quebrar el principio de inocencia. “Yo siempre hablo desde los datos, no desde la opinión. Y los datos demuestran la necesidad de aplicar la perspectiva de género”, enfatizó.
En cuanto a la situación en Misiones, González reconoció que hay operadores judiciales con formación sólida y fallos ejemplares, pero también “otros que dejan mucho que desear”. Ante la consulta sobre un puntaje, estimó un 6 o 7 sobre 10, ya que “es un proceso en construcción con avances pero aún con falencias”.
Finalmente, la especialista advirtió que la resistencia cultural sigue siendo fuerte. “Existe la idea equivocada de que el feminismo es lo opuesto al machismo o que las feministas están contra los hombres. En realidad, lo que se busca es paliar una desigualdad histórica”, afirmó.
Para González, el desafío es que la conciencia de género trascienda todos los fueros -penal, civil, laboral y de familia- y se aplique en cada caso concreto, evitando automatismos. “El conocimiento empodera. No se trata de ir contra nadie, sino de comprender las herramientas y analizar la realidad desde un lugar libre de prejuicios”, concluyó.




