La paralización de la histórica fábrica de utensilios de madera en Eldorado continúa generando incertidumbre. A dos semanas de que concluya el período de suspensión dispuesto por la empresa, los doce trabajadores de Industrias Montecarlo aún no saben si podrán retomar sus tareas ni cómo afrontarán las obligaciones familiares mientras la patronal les adeuda sueldos y paritarias impagos.
Domingo Paiva, secretario general del Sindicato de Obreros de la Industria Maderera de Eldorado, advirtió que la situación es crítica porque cada operario tiene un atraso que ronda entre 2,8 y 3 millones de pesos. Señaló que además de los haberes correspondientes a la segunda quincena de julio y la primera de agosto, se acumula un reclamo por incumplimiento de paritarias del Convenio Colectivo de Trabajo.
“Hoy a cada trabajador únicamente de salario, de sueldo, le está debiendo alrededor de 2.800.000 o 3.000.000 de pesos a cada uno”, explicó en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones.
El dirigente sostuvo que la forma en la que la empresa comunicó la suspensión fue irregular. Según relató, la medida se notificó de manera sorpresiva y sin presentar la preventiva de crisis ante la Secretaría de Trabajo de la Nación, como exige la normativa.
“Una empresa para poder suspender al personal, ya sea parcial o totalmente, debe presentar una preventiva de crisis. No lo hicieron, la suspensión fue notificada de manera sorpresiva”, cuestionó.
La conducción gremial rechaza la decisión empresaria y asegura que la falta de respuestas empeora la angustia de las familias.
Paiva remarcó que los dueños residen en Buenos Aires y delegan las negociaciones en apoderados sin poder real de decisión, lo que complica la posibilidad de alcanzar un acuerdo. “Muy poco conocemos a los dueños, entonces se torna mucho más difícil porque todos sabemos lo que ocurre cuando nos sentamos con un apoderado: consultaré con el cliente, veré con el cliente, con mi representado… y esto hace todo más angustiante”, sostuvo.
En relación a los antecedentes, recordó que hasta mayo de 2024 la firma cumplía en tiempo y forma con salarios y aportes, pero el ingreso masivo de productos importados deterioró la competitividad. “Lamentablemente con esta libre importación para los productos que ellos hacen, que son utensilios de madera, ingresan todo de afuera, más económico, más barato, más allá de que la calidad es mucho menos”, señaló.
La competencia con artículos plásticos profundizó el problema, afectando las ventas y provocando incumplimientos crecientes.
El gremio mantiene reuniones con autoridades provinciales y realizó gestiones ante el Ministerio de Trabajo de Misiones para constatar la situación. Mientras tanto, los trabajadores sobreviven con asistencia alimentaria aportada por Desarrollo Social de la Provincia y con módulos entregados por el sindicato. Paiva aclaró que se trata de un auxilio momentáneo que no resuelve el problema de fondo. “No alcanza, es paliativo. Acá lo que se necesita es que esto se reinicie inmediatamente”, expresó.
El referente sindical afirmó que la mayor preocupación es el futuro inmediato. Aunque los empresarios aseguran que la intención es continuar, la experiencia en casos similares genera dudas. “Lo más difícil son los trabajadores y sus familias, son 30 días que no van a percibir sueldo, porque es sin goce de haberes, y esto es lo más angustiante”, manifestó.









