La industria textil argentina atraviesa uno de los momentos más críticos de su historia reciente, lidiando con una combinación letal de recesión interna y la irrupción avasalladora de plataformas de venta online como Shein y Temu.
Estas empresas transformaron los hábitos de consumo de los argentinos, canalizando una porción significativa de la demanda hacia productos importados a precios muy bajos, lo que generó una competencia desleal para la producción nacional.
El impacto de este fenómeno se refleja en las cifras oficiales que marcan que, en julio de 2025, las importaciones de textiles y prendas de vestir alcanzaron un total de 98 millones de dólares. Y en lo que va del año, la cifra acumulada es de 408 millones de dólares, lo que representa casi el doble de lo registrado en todo el año 2024.
Además, desde la Cámara Argentina de la Indumentaria, aseguran que, por las conductas anticompetitivas, estas plataformas están teniendo un crecimiento exponencial y superan los 105 millones de usuarios en la región.
La situación es aún más compleja en provincias como Misiones, donde el comercio del rubro textil enfrenta un doble desafío. Además de la feroz competencia de las plataformas digitales, los comerciantes locales deben competir con los precios aún más bajos de las zonas de frontera, específicamente con Paraguay y Brasil.
Al respecto, el subgerente de Tiendas Galver, Darío Tapia, dialogó con PRIMERA EDICIÓN y brindó detalles sobre la realidad que enfrentan. “Se notó mucho la baja venta en la parte textil”, aseguró y agregó: “Si bien es nuestro fuerte, la verdad es que notamos que bajó mucho la demanda de las mercaderías. Es una época complicada, porque estamos en cambio de temporada, pero el clima en Misiones no ayuda y los clientes ya consultan por ropa de verano”.
Pese a que la tienda comenzará a recibir la nueva colección en septiembre, se mantiene la cautela: “Eso no quiere decir que vaya a generar un aumento de las ventas como lo hacíamos por lo menos hace un año atrás”, lamentó.
En esa línea, el subgerente expresó su preocupación por la situación: “Sinceramente, asusta un poco lo que es el tema de las ventas, como bajaron por los precios”. Aunque la nueva carga de verano llegó con un incremento mínimo, de entre un 7 por ciento un 10 por ciento, Tapia reconoció que es un esfuerzo de la empresa para mantener los precios competitivos.
La competencia con la frontera es una realidad ineludible. “Acá también lo notamos”, afirmó.
“Tenemos muchos clientes que nos dicen: ‘Tengo tres niños, en lo que yo le compro un guardapolvo a usted, del otro lado consigo cuatro. Si tengo que esperar ocho o diez horas para pasar a comprar a Paraguay, lo espero porque sé que voy a conseguir más barato’”, contó.
Con todo, Tapia destacó que la calidad de la industria textil argentina es “totalmente distinta” a la de los productos importados, “pero la realidad económica obliga a los consumidores a priorizar el precio: La gente, por cómo está la situación hoy, está optando por esperar, pasar y comprar con lo que la plata les alcance”, explicó.
Finalmente, ante este panorama, desde la Casa Central de Galver, dieron la orden de “no aumentar los precios”, una estrategia para retener a los clientes y evitar que crucen la frontera.
Ley “anti Shein”
La Cámara Argentina de la Indumentaria (CIAI) está trabajando en la redacción de una ley que busca regular y controlar la actividad de plataformas de venta online de moda ultrarrápida como Shein.
El proyecto, conocido formalmente como “ley anti-Shein”, surge como respuesta a la profunda crisis que atraviesa la industria textil local, golpeada por la recesión interna y el auge de las compras por internet. El objetivo principal de la iniciativa es establecer un marco normativo más equitativo.
El proyecto de ley contempla una serie de medidas, entre ellas incluye controles ambientales y de toxicidad, la exigencia de certificados de origen para las prendas, y cambios en los aranceles e impuestos.





