En la última sesión de la Legislatura de Misiones se aprobó la creación de un Banco de Cepas Fúngicas de Interés Medicinal y fue celebrado por la doctora en Farmacología e investigadora del Instituto Misionero de Biodiversidad (IMiBio), Lucía Acuña, quien destacó que permitirá impulsar la investigación y el desarrollo de productos medicinales derivados de hongos autóctonos.
“Desde el año 2021 el Instituto viene impulsando todo lo que es la funga misionera, tratando de promover la cantidad de cepas que contamos en nuestra propia selva”, afirmó la especialista en una entrevista con la FM 89.3 Santa María de las Misiones.
El programa se suma a la ya sancionada Ley de Hongos Comestibles, y funcionará en el ámbito del IMiBio. Tiene como objetivo valorizar la biodiversidad misionera y “busca darle a los productores rurales una alternativa productiva de bajo costo y alto valor agregado”, explicó Acuña.
Uno de los ejes principales del programa es el uso de hongos medicinales en el tratamiento y acompañamiento de diversas patologías. “Esto es un conocimiento milenario. Desde la antigüedad se utilizan tanto las plantas como los hongos, los tés, los extractos para la medicina natural”, señaló y agregó que la idea es que la gente conozca cuáles son las variedades y sus acciones.
Acuña explicó que entre los hongos más estudiados se encuentra la Melena de León, conocido por su potencial en la neurogénesis. “Este hongo induce el desarrollo de nuevas neuronas. Se investiga para enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson. Cuentan con metabolitos específicos, muchos betaglucanos, proteínas que ayudan sobre todo a fortalecer y estimular a nuestro organismo”, expresó.
La especialista reconoció que siempre les gusta hablar de un adaptógeno, que “es una sustancia natural que puede provenir de una planta o de un hongo, en este caso, y que ayuda al cuerpo a adaptarse, ya sea al estrés físico, mental, ambiental y a restablecer nuestro equilibrio interno”.
Además, remarcó que el hongo “trametes versicolor” está presente en la selva y que “es uno de los más importante para prevenir y curar las lesiones de cáncer de cuello uterino producidas por el HPV”, porque tiene “una propiedad antiviral y estimulante del sistema inmunológico”, que es utilizado en tratamientos contra lesiones producidas por el virus del papiloma humano.
Registros
La investigadora contó que se identificaron más de 1200 especies de macrohongos en la provincia. Sin embargo, no todos son comestibles ni medicinales. Por eso, dijo que “necesitamos educar a la gente, ya que hay hongos que pueden ser tóxicos. No es conveniente que cualquiera tome un hongo del monte y se haga un té”, advirtió.
“Todos estamos interesados en mejorar nuestra salud, pero tenemos que cuidar que todo aquello que consumimos esté elaborado apropiadamente”, sostuvo.
Reveló que el IMiBio trabaja junto al Ministerio del Agro y Agricultura Familiar para identificar y acompañar a los productores: “Están haciendo el relevamiento en toda la provincia. La semana pasada visitaron a un productor en Campo Viera que ya está trabajando con hongos medicinales”, contó Acuña.
Finalmente, remarcó que los hongos medicinales no reemplazan los tratamientos médicos tradicionales, pero pueden ser un complemento valioso.




