De madrugada, los vecinos del edificio habían escuchado gritos como de una discusión de pareja. Después sobrevino el silencio y siguió el descanso. Pero días después, un olor fétido hizo que los inquilinos avisaran al propietario. Identificaron de dónde salía el olor. Llegó la policía, el dueño les abrió el departamento y sobre la cama hallaron el cuerpo en descomposición de Pablo Martín Arredondo de 37 años. Había sido asesinado y por ese crimen en breve seis sospechosos serán juzgados.
El Tribunal Penal 1 de Posadas fijó el inicio del debate para el próximo lunes 15 de septiembre, el cual se completará con 12 audiencias pautadas para sentar en el banquillo de los acusados a Oriana Saucedo de 24 años, Brisa Torres (24), Alan William Saucedo (26), Elías Nahuel Trinidad (26), Miguel Ángel López (25) y Juan Alberto Barrios (22).
Todos llegan acusados por el mismo delito: “homicidio doblemente calificado por el concurso premeditado de dos o más personas y criminis causa”. La investigación señaló que para robarle el dinero que Arredondo tenía para comprar un vehículo, lo golpearon y lo asesinaron ahorcándolo con un cinto.
En agosto del 2023 la Cámara de Apelaciones confirmó la elevación a juicio que había sido dictada por el juez de Instrucción 3, Fernando Luis Verón.
El hecho ocurrió en febrero de 2020 en pleno centro de Posadas, en un edificio de calle Colón entre La Rioja y Entre Ríos. Respecto a la investigación, en los registros de cámaras de seguridad de comercios de la zona pudieron captar los rostros de las personas que salieron del edificio luego del crimen. Entre ellas estaba una joven que aparentemente era pareja de Arredondo.
La “pista” del dinero
El hombre se dedicaba a la compra venta de vehículos. Oriundo de Lanús, visitó varias veces Posadas y decidió afincarse.
Días previos, había viajado con una de las acusadas (que sería su pareja) a visitar a su familia en Buenos Aires. Regresaron y él tenía un dinero para adquirir un vehículo. Ese era el botín por el cual fue asesinado, según indicó la Justicia en la etapa inicial.
En el departamento donde ocurrió el crimen, la Policía Científica secuestró dosis de estupefacientes, lo cual indicaba que esa noche, entre droga y alcohol, se desató una discusión en la cual la víctima fue golpeada en la cabeza, pero terminaron con su vida estrangulándolo sobre la cama. Una de las hipótesis fue que intentaron sedarlo con ketamina, un anestésico de uso veterinario, pero al no lograrlo y percatarse el hombre de que lo estaban por robar, intentó defenderse.

Previamente habían estado de festejo en un pub del centro posadeño y siguieron la diversión en el lugar donde alquilaba Pablo Arredondo. Lo que él no sabía era que una de las chicas le había contado a otro de los implicados que él tenía ese dinero guardado. De ahí la hipótesis que tejieron los investigadores es que hubo un complot: las dos chicas que fueron con él hacia su departamento, dieron aviso al resto e ingresaron para robarle el dinero.
De los seis sospechosos, cinco se fueron hacia Buenos Aires y solo uno se quedó en Posadas. Entre la noche del asesinato y el hallazgo del cuerpo pasó el tiempo suficiente para que todos desaparecieran.
Sin embargo, cuando la noticia apareció en los medios y la policía comenzó a rastrear a los responsables, se entregaron a la Justicia o fueron capturados.
La policía detuvo al primer sospechoso en el barrio Yacyretá. Horas después fue aprehendido el segundo, de entonces 20 años. Ante la trascendencia de la noticia, otros cuatro sospechosos optaron por buscar abogados y presentarse espontáneamente para evitar el operativo policial. Entre ellos estaban una joven que tenía 18 años, quien habría sido pareja de la víctima, y otra de la misma edad. De este grupo de aprehendidos uno tenía 17. Fue liberado y quedó a resguardo de sus padres, pero supeditado a la causa.
Los jueces Gustavo Bernie, Viviana Gladis Cukla y el subrogante Miguel Mattos serán los encargados de sopesar todo el material probatorio y definir las responsabilidades de los acusados por el homicidio de Arredondo.





