El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, presentó ayer en la Cámara de Diputados el Informe de Gestión número 144, cumpliendo con lo previsto en el artículo 101 de la Constitución Nacional. Allí ofreció un panorama de las medidas adoptadas por el Gobierno y respondió a preguntas de legisladores sobre economías regionales, entre ellas la situación de la yerba mate.
En su escrito de 1.223 páginas buscó mostrar que, pese al malestar de productores y las protestas en Misiones, la desregulación impulsada en el DNU 70/2023 habría favorecido al sector. Sin embargo, dirigentes yerbateros rechazaron de manera tajante la versión oficial, describiendo un escenario de crisis, endeudamiento y desprotección.
Francos, en el documento al que accedió PRIMERA EDICIÓN, aseguró que la cadena yerbatera demostró fortaleza para adaptarse al nuevo esquema de mercado y presentó cifras que, según él, reflejan un desempeño positivo. Destacó que en 2024 se alcanzó un récord productivo de más de 987 millones de kilos, con una suba interanual del 27%. Sostuvo además que las exportaciones crecieron un 19% respecto del año previo, llegando a 45,7 millones de kilos, mientras que las importaciones se redujeron en términos relativos.
Para el primer semestre de 2025 reconoció una baja del 20% en la cosecha de hoja verde, pero justificó que se debió a la decisión de los agricultores de retrasar la zafra con el fin de mejorar su rentabilidad.
El funcionario expuso que el INYM, tras la quita de facultades, se transformó en un organismo de referencia que publica costos no obligatorios. También mencionó la simplificación de trámites mediante la Resolución 50 de 2025, la creación de un Centro de Transacciones de la Yerba Mate impulsado por la Provincia y un sistema de trazabilidad destinado a garantizar transparencia. Habló del impulso a la diversificación, con ejemplos como el café en San Pedro, y subrayó que la competitividad depende de la relación entre tipo de cambio y costos internos, dentro de un esquema de flotación administrada.
Enojo
Las palabras de Francos generaron indignación en Misiones. Cristian Klingbeil, productor de yerba y té que abandonó la chacra, consideró que el discurso del jefe de Gabinete es una construcción ficticia.
Con ironía, dijo que “tienen una capacidad de imaginación asombrosa porque presentan un relato que parece virtuoso para quien no conoce la realidad”.
En contraste, sostuvo que en la provincia hay obreros que se van a trabajar a Brasil porque en las chacras no logran sostener un ingreso digno.
Relató que existen niños con problemas de alimentación, clases suspendidas en zonas rurales por falta de abrigo y tareas básicas de mantenimiento que se dejaron de realizar por falta de recursos.
Klingbeil agregó que la supuesta mejora exportadora está lejos de compensar los perjuicios. Según él, la cadena de pagos está en crisis, se multiplican los cheques rechazados y el enfrentamiento entre grandes empresas como Las Marías y Colonia Liebig arrastra al resto.
“Es muy triste que mientan tanto así al resto de los argentinos y a muchos misioneros que quieren creer esas mentiras”, disparó.
A su juicio, ningún Gobierno nacional defendió de manera genuina a los pequeños colonos.
“Ignora la situación”
En la misma línea, Julio Petterson, productor y subsecretario de Asuntos Yerbateros, cuestionó la visión del jefe de Gabinete. Señaló que Francos “ignora la situación económica que está atravesando el sector productivo”.
Recordó que desde hace dos años la actividad está golpeada por subas en los precios de los combustibles, abonos, fertilizantes y todos los insumos, mientras el valor de la hoja verde cayó de forma dramática. Afirmó que en algunas localidades los secaderos pagan apenas $180 por kilo, muy por debajo de los costos.
Petterson negó que la reducción del 20% en la cosecha se deba a una decisión voluntaria: explicó que los agricultores no pueden fertilizar ni limpiar sus yerbales, lo que provoca el deterioro de las plantaciones.
También mencionó que los precios se abonan con plazos extendidos de hasta 180 días, lo que agrava la situación financiera. Aseguró que si este año hubo un retroceso en la producción, el próximo será peor porque muchos cultivos quedarán abandonados.
Consideró calamitoso que las industrias sostengan el argumento de precios cuidados o superproducción “cuando ahora, con libertad plena, el valor al productor cayó en lugar de subir”.
El dirigente remarcó que los únicos beneficiados son los grandes molinos, que aumentaron exportaciones y ventas internas mientras “pagan montos irrisorios” en las chacras.
Reclamó la restitución de la plena funcionalidad del INYM y recordó que la Justicia ya falló a favor de su directorio, pero el Gobierno nacional no designa un presidente, lo que paraliza al organismo.
“El Presidente, a propósito y en beneficio de sus amigos, no nombra a un presidente para el INYM”, denunció.
Jorge Skripczuk, otro productor, también fue muy crítico. Opinó que la explicación de Francos sobre la supuesta decisión estratégica de posponer la zafra es una muestra de desconocimiento. Sostuvo que en realidad muchos chacareros están empeñando sus bienes para cubrir deudas y “levantar” cheques rechazados.
Definió como “insostenible” hablar de rentabilidad en el actual contexto.
Señaló además que el INYM fue vaciado pese a estar respaldado por ley y que en países desarrollados siempre hay un Estado presente para defender a sus economías, lo que contrasta con la apertura indiscriminada que habilitó el DNU 70.
“Lo peor que le pudo haber ocurrido al sector productivo es este modelo de gobierno”, sentenció.
Por su parte, Ricardo Maciel, representante del Gobierno de Misiones en el INYM, cuestionó la lectura oficial sobre el rol del organismo y dijo que “la yerba mate no tiene un problema de negocio” sino de distribución de la ganancia que genera.
Según explicó, la eliminación del precio de referencia mínimo permitió que las industrias compitan por pagar menos. Y consideró contradictorio que desde Nación valoren al INYM pero al mismo tiempo no nombren un presidente que lo conduzca.





