La Fundación Libre Relincho, una organización no gubernamental dedicada al rescate de caballos que han sufrido maltrato, atraviesa un momento crítico y hace un llamado a la solidaridad para sostener su labor. La escasez de fondos, producto del aumento en los precios de los alimentos y medicamentos, pone en riesgo el bienestar de los 16 equinos que actualmente se encuentran bajo su cuidado.
En diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, Roberto Michel, presidente de la fundación, explicó que los últimos meses han sido especialmente difíciles. “Hasta los meses anteriores a julio veníamos cubriendo regularmente todo lo que es alimentos y medicamentos. Pero estos últimos meses se hicieron mucho más difíciles”, afirmó Michel, quien detalló que los animales, en su mayoría longevos y con historiales de maltrato, necesitan dietas y medicaciones cada vez más complejas y costosas.
Michel señaló que los caballos, muchos de los cuales llegaron al refugio con fracturas mal curadas y diversas dolencias, sufren de problemas crónicos similares a los de un adulto mayor: artritis, artrosis y problemas oculares. Esto eleva la necesidad de fármacos como Artrosán, un medicamento costoso que en muchos casos debe ser administrado de por vida.
La situación se agrava por el encarecimiento de los alimentos básicos. “Necesitamos cubrir un mínimo de 100 fardos de alfalfa por mes, más los balanceados. Eso nos lleva a unos $1.600.000 o $1.800.000 mensuales, solo en alimentos“, aseguró Michel. A esto se suma una deuda con un proveedor que ronda los $850.000, un monto que la fundación necesita cubrir de manera urgente.
El proceso de rescate y un sistema judicial con fisuras
La Fundación Libre Relincho recibe a los caballos a través de denuncias formales que la policía eleva a la Justicia. Los animales, que llegan en “estado deplorable”, son evaluados por un equipo veterinario que define el tratamiento a seguir, incluyendo la crucial “parte psicológica”. “Vienen de golpes, abusos, de haber sido utilizados como herramientas de descarte”, enfatizó Michel, destacando la necesidad de visibilizar la explotación animal.
Al ser consultado sobre si la Justicia impone multas a los dueños responsables del maltrato, Michel se mostró escéptico. Aunque la normativa prevé sanciones, el presidente de la fundación indicó que, en la práctica, muchas veces “esas multas no se pagan” y los dueños alegan falta de recursos. Por ello, la organización depende completamente de la solidaridad de la gente.
Para sostener su trabajo, la fundación organiza campañas de recaudación de fondos y venta de productos, como las “empanadas rebeldes” -hechas con carne vegetal- y también venden abono. “La gente se suma y colabora, y con eso vamos tirando cada mes”, dijo Michel.
El presidente de la ONG concluyó con un llamado directo a la comunidad. Además de la deuda y los gastos corrientes, la fundación tiene un proyecto pendiente: la construcción de boxes para los caballos, que debió ser pospuesto por la falta de recursos. Michel instó a los misioneros a sumarse a esta causa para asegurar que la fundación pueda seguir su labor de rescate y cuidado de estos animales.
Quienes deseen colaborar, pueden contactar a la fundación a través de sus redes sociales, donde encontrarán los links de Mercado Pago para realizar sus donaciones. Instagram: librerelincho y FacebooK: Fundación Libre Relincho




