El mundo de la pastelería casera sigue encontrando en las plataformas digitales un espacio para innovar y acercar propuestas accesibles. Esta vez, la atención se la llevó una receta que combina sencillez, sabor y un detalle clave: es apta para celíacos. Se trata del budín de mandarina sin gluten que se popularizó en TikTok gracias a la cuenta y que ya acumula más de diez mil “me gusta”.
La preparación se destaca porque es rápida, requiere pocos ingredientes y se basa en un procedimiento distinto al habitual. El secreto está en procesar todos los componentes juntos en licuadora, incorporando la mandarina entera con cáscara —sin semillas— y utilizando polenta en lugar de harina de trigo. El resultado es un budín húmedo, aromático y de textura esponjosa que puede disfrutarse en desayunos o meriendas sin sentirse pesado.
Ingredientes básicos y fáciles de conseguir
La lista es reducida y está al alcance de cualquier cocina doméstica:
1 mandarina grande con cáscara y sin semillas
2 huevos
⅓ de taza de azúcar (60 g)
4 cucharadas de aceite (30 g)
Esencia de vainilla
1 taza de polenta (160 g)
3 cucharadas de maicena (40 g)
2 cucharaditas de polvo de hornear
Una pizca de sal
Opcional: endulzante adicional si se desea reforzar el dulzor
La elección de polenta en lugar de harina lo vuelve apto para quienes no pueden consumir gluten y, a la vez, aporta una consistencia particular que lo distingue de los budines tradicionales.
Paso a paso de la preparación
El procedimiento arranca colocando en la licuadora la mandarina troceada, junto con los huevos, el azúcar, el aceite y la esencia de vainilla. Una vez que la mezcla adquiere una textura homogénea, se incorporan la polenta, la maicena, el polvo para hornear y la sal. Si se prefiere, se puede añadir también un toque de endulzante extra.
Con todos los ingredientes integrados, se engrasa una budinera y se espolvorea la base con polenta. Se vuelca la preparación y se lleva al horno precalentado a 180 °C durante 35 a 40 minutos. La cocción se comprueba con un palillo: si sale limpio, el budín está listo para retirarse.
Es importante dejarlo enfriar antes de desmoldar para evitar que se rompa. Como toque final, puede espolvorearse con azúcar impalpable o decorarse con frutos secos.
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Una opción más liviana y saludable
El budín se diferencia de otros porque no incluye harina de trigo ni manteca. Esto lo transforma en una alternativa más liviana, apta para personas con celiaquía o para quienes buscan reducir el consumo de grasas y azúcares en su dieta diaria sin resignar sabor ni textura.
El resultado final es un budín dorado por fuera, suave en el interior y con un intenso perfume a mandarina. Una propuesta simple y nutritiva que ganó popularidad en redes y que se posiciona como una de las recetas caseras más compartidas de los últimos meses







