Hoy, desde las 13.30, la Selección argentina de fútbol para amputados iniciará su participación en la Copa América de Brasil frente a Chile. La cita no es menor: los tres mejores se clasificarán al Mundial 2026 que se disputará en Costa Rica. Un misionero será de la partida en el equipo nacional. Se trata de Yoni Maidana (41), arquero de Tierra Roja, el equipo conformado por la Fundación Idear que es el primero de la provincia en disputar la Liga Nacional de Fútbol para Amputados.
Horas antes de viajar rumbo a San Pablo, Yoni compartió su historia de vida y las expectativas por esta nueva experiencia. “Nunca imaginé jugar en la Selección argentina y menos a los 41 años. Todavía no lo puedo creer”, le dijo a EL DEPORTIVO.
Yoni… ¿cómo empieza esta historia?
Hace 15 años yo jugaba en La Picada, nos estábamos preparando para un Provincial. Yo jugaba de enganche o media punta. Y en un partido de la Liga Posadeña sufrí un golpe en el brazo izquierdo. Cuando me fui a atender, producto de una negligencia médica… un virus, que era tratable.. y me tocó perder el brazo izquierdo.
Un golpe inesperado…
Sí, pensé que no iba a poder jugar nunca más al fútbol. Recuerdo que me sentí muy mal y caí en un estado de depresión. Yo era joven, ya había pasado por Crucero del Norte y otros clubes, estaba en buen nivel. Pensé que había perdido mi oportunidad. Estuve varios años deprimido.
¿Y cómo volviste?
Allá por 2015 recibí una invitación para jugar en la B de la Liga, con Unidos. Y volví bien, me sorprendí porque como que aprendí a complementar mi condición con otras cosas. De ahí pasé a Atlético Posadas, pero no tuve la oportunidad; y ahí hice mi debut ‘postamputación’ en La Picada, incluso llegué a jugar el Federal Amateur después con El Decano, hasta que en 2019 me retiré jugando para Huracán.
Pasaron seis años… y el fútbol volvió a golpear la puerta…
Sí. En enero pasado llevé a mi hijo al Parque de la Ciudad para que anduviera en bici. Y justo estaba el profe que es técnico de Tierra Roja, el equipo de amputados. Ahí me preguntó si quería sumarme. Todo fue muy rápido, porque este año empezamos a jugar la Liga Nacional de Fútbol para Amputados. La primera fecha fue en Córdoba, que ahí estaba el técnico de la Selección argentina. Le gustó cómo me desenvolví y empecé a trabajar con ellos.
¿Y cómo te enteraste de la citación a la Copa América?
La semana pasada me mandaron un audio diciéndome que había muchas chances de que estuviera en la lista. No lo podía creer… Hasta hoy todavía no lo puedo creer. Y ahí me confirmaron.
¿Qué diferencias tiene el fútbol para amputados?
Bueno, se juega con siete y los jugadores de campo, por el reglamento, deben tener una amputación de miembro inferior. Y en el caso del arquero, la amputación debe ser de un miembro superior.
¿Y te enganchaste enseguida con el arco?
Sí, sí, de entrada ya dije que sí. Yo de chico atajaba acá en Peñarol, hasta que un día me comí 13 goles y dejé (se ríe)… pero todo eso me sirvió mucho….
¿Cómo es tu entrenamiento?
Entrenamos principalmente el lado izquierdo a la hora de caer, la volada, digamos. Y se trabaja mucho esto de atajar con ‘mano cambiada’, principalmente los remates cruzados.
¿Cómo estás en la previa rumbo a Brasil?
Esta Copa América es la eliminatoria para el Mundial del año que viene, que tenemos que estar sí o sí. Y se va a jugar en el estadio Pacaembú, en San Pablo, así que imaginate… Es la primera vez que voy a Brasil, solo conozco por fotos nomás hasta ahora (se ríe). Va a ser un sueño, algo inolvidable. Y estoy un poco nervioso, ya con ganas de salir a la cancha.
¿Qué mensaje le dejás a los chicos que quizás están pasando algo similar a lo que te pasó a vos?
Que sigan soñando, que siempre hay muchos sueños por cumplir y que esos sueños son el motor de nuestra vida. Nunca hay que dejar de soñar, no importa lo que pase. Yo nunca me imaginé jugar en la Selección argentina, y menos a los 41 años. Esto era inimaginable y es impagable para mí.











