Un vaso de agua debajo de la cama puede parecer un detalle insignificante, pero en diversas tradiciones es considerado un recurso energético capaz de absorber las malas vibraciones del ambiente mientras dormimos. Según especialistas en Feng Shui y rituales de limpieza espiritual, este hábito puede transformar la energía de una habitación y favorecer un descanso más reparador.
Agua como elemento sensible
La vidente Inbaal Honigman explicó que el agua es un elemento altamente reactivo y está directamente asociado con las emociones y la intuición. “El agua absorberá cualquier energía negativa a su alrededor. Si hay una vibración deprimente u opresiva en la habitación, un vaso de agua la absorberá”, señaló.
Para que el ritual sea efectivo, recomienda colocar el vaso debajo de la cama para evitar que se derrame y desecharlo a la mañana siguiente. Observar la turbidez, burbujas o cambios en la textura puede ser una señal de que el agua captó energías indeseadas.

Aplicaciones en el Feng Shui
La consultora Suzanne Roynon indicó que el agua también se emplea en Feng Shui para estimular el flujo de chi y atraer abundancia. “La ubicación depende completamente de la combinación única de energías del hogar. El agua estancada absorbe lo que la rodea, ya sea negativo o positivo, mientras que el agua en movimiento puede utilizarse en casos muy específicos, incluso para atraer un nuevo amor”, explicó.
Por esa razón, advierte que nunca debe beberse el agua que estuvo durante la noche en la mesita de luz o bajo la cama.
Cómo potenciar el ritual
La sanadora energética Lydia Bagarozza recomienda añadir una pizca de sal y pronunciar una oración antes de colocar el vaso en el dormitorio. Según su visión, esto amplifica la intención de limpieza y protección. Una de las frases sugeridas es: “Gracias, agua, por todo lo que haces. Por favor, ayúdame con seguridad, limpia mi habitación de cualquier cosa que no esté en armonía con el mayor bien de mi hogar”.
Más allá de la creencia
Aunque pueda parecer extraño, los especialistas coinciden en que cualquier acción destinada a generar un ambiente tranquilo contribuye al bienestar personal. Desde organizar la mesita de noche hasta incorporar rutinas de descanso, cada gesto ayuda a crear un espacio más sereno.
“Dedicar unos minutos a que nuestro dormitorio sea más pacífico es una forma de autocuidado”, remarcaron las consultoras.







