El técnico del INTA, Ariel Villasanti, explicó que “la cuenca hortícola del municipio de Gobernador Roca y alrededores se caracteriza por una producción intensiva bajo cubierta, donde la estacionalidad y los cambios en la oferta influyen en la rentabilidad de los cultivos”.
En este marco, el zapallito de tronco (Cucurbita maxima) se presenta como una posibilidad viable para diversificar temporalmente en el período mencionado, promoviendo la sostenibilidad económica y productiva de los sistemas hortícolas.
¿Por qué el zapallito de tronco es una alternativa de diversificación en la producción hortícola para el otoño-invierno?
El zapallito de tronco es una alternativa de diversificación en la producción hortícola en esta temporada ya que en el mercado los precios de estas hortalizas de fruto, que generalmente se cultivan en la estación primavera-verano, no se pueden realizar a campo porque es un cultivo muy sensible a las bajas temperaturas.
Entonces tenemos la producción del zapallito como un cultivo forzado bajo invernadero, lo que nos permite entrar a un mercado donde hay poca oferta y una alta demanda de este producto.
Esta situación favorece que el precio sea bueno y por ende, una alternativa económica rentable para el productor.
¿Cuáles son las pautas para el manejo agronómico de este cultivo en invernáculos?
El cultivo de zapallito de tronco bajo cubierta tiene algunas pautas que son importantes para su manejo por lo cual es necesario controlar variables para que pueda desarrollarse con éxito, que pueda fructificar y posteriormente, realizar la cosecha adecuada.
Como hicimos mención, es una hortaliza sensible a las bajas temperaturas, entonces en el manejo hay que tener el invernadero cerrado para que acumule calor durante el día y en la noche, poder mantener la temperatura para evitar daños.
También, es importante la densidad de siembra dentro del invernadero. Es recomendable manejar una densidad en torno a las 320 a 350 plantas en una superficie de 168 metros cuadrados (tomando como referencia un invernadero de 7 metros de ancho por 24 metros de largo). Densidades más altas son proclives a enfermedades y a la presencia de hongos por exceso de humedad y falta de ventilación.
A su vez, se debe contar con un sistema de riego por goteo y realizar de manera sistemática los controles fitosanitarios para resguardar la sanidad del cultivo. En tanto, la fertilización con nutrientes como potasio y calcio aseguran la formación y la calidad de los frutos.
Es relevante el uso de variedades híbridas (como Franco F1, Milano F1, Florencia F1, entre otros) que presentan no sólo buenos rendimientos, sino que favorecen al desarrollo óptimo del cultivo y reducen la presencia de eventuales problemas sanitarios. Básicamente, esos son los manejos que hay que contemplar para llegar a la cosecha luego de 45 a 60 días de iniciado el cultivo, permitiendo una cosecha escalonada para que el productor ingrese al mercado con buenos precios.
¿Qué información arrojan los relevamientos en chacras en relación a la incorporación del zapallito de tronco?
El zapallito de tronco es una hortaliza que generalmente está en todas las chacras misioneras y que suele realizarse en primavera-verano donde se cultiva a campo.
No obstante, en la cuenca hortícola de Gobernador Roca, la gran mayoría de los agricultores tiene invernaderos y pueden realizar este cultivo en otoño-invierno, aprovechando su demanda y mayor rentabilidad. En este sentido, venimos trabajando desde INTA en articulación con los agricultores para disminuir la producción de hortalizas de hoja, cuya demanda y precios disminuyen en invierno.
Los resultados que venimos obteniendo a partir de los relevamientos a campo, permiten generar información sobre el potencial de la incorporación temporaria de este cultivo en sistemas hortícolas intensivos, contemplando no solo la rentabilidad sino también requerimientos de trabajo, el manejo sanitario y la sostenibilidad integral del sistema productivo.
Información y consultas: [email protected].
Colaboración: Francisco Pascua y Martín Ghisio.





