El viejo pabellón central del Hospital Madariaga, en Posadas, quedó asociado a historias de apariciones desde que circularon videos y fotografías con supuestos espectros. En agosto de 2019, un clip registrado de noche desató una ola de relatos sobre sombras en pasillos y figuras femeninas que se asomaban por ventanas clausuradas; el tema saltó a la opinión y multiplicó comentarios de trabajadores y vecinos que decían haber escuchado pasos o voces sin fuente visible.
Tres años más tarde, otra pieza encendió la conversación: una imagen tomada por un sereno mostró una silueta en un corredor oscuro. Medios nacionales replicaron la escena y rescataron anécdotas viejas —llantos en la capilla, una enfermera “de cofia” que aparecía en guardias—, abonando la idea de que el inmueble concentra un clima difícil de explicar. Se describió aquel registro como “aterrador” y recogió reacciones de personas que aportaron vivencias personales.

Más allá del tono sobrenatural, el edificio tiene peso histórico propio. El “Hospital Regional Común de Posadas” se gestó con piedra fundamental en 1916 y abrió su pabellón principal en enero de 1924, dentro de un conjunto pabellonado con jardín y galerías amplias, rasgos típicos de la arquitectura sanitaria de la época. Esa cronología aparece en artículos, archivos y repositorios públicos que conservan fotografías de los años 20.
El valor patrimonial quedó plasmado en decisiones institucionales. En 1997 el municipio lo incorporó a su protección y, en 2021, la Legislatura provincial impulsó la declaración de “patrimonio histórico y cultural” para salvaguardar la estructura original, ya afectada por el paso del tiempo. Autoridades provinciales informaron además obras de apuntalamiento y refacción del techo para evitar deterioro mayor
Con el traslado de servicios al Parque de la Salud y la inauguración del Hospital Escuela en 2000, el bloque antiguo quedó con usos residuales y espacios vacíos. Ese escenario alimentó la sensibilidad colectiva: sectores desocupados, luz mínima y ventanas altas favorecieron lecturas inquietantes cada vez que crujió una madera o apareció polvo en suspensión frente a una linterna
En el plano documentado, lo verificable es la existencia de grabaciones y fotos que la audiencia interpreta como fenómenos sin explicación; también, el carácter centenario del inmueble y su proceso de preservación. Lo demás pertenece al territorio de la creencia. El archivo muestra fechas, obras y decisiones públicas; las historias que circulan, en cambio, expresan una forma de construir identidad alrededor de un sitio donde la vida y la muerte estuvieron siempre cerca.






