En septiembre del año 2022, un hombre que entonces tenía 62 años fue detenido por investigadores de la UR-VIII San Vicente, al hacer cumplir una orden de captura que pesaba contra él por abuso sexual de dos menores. Este acusado iba a ser juzgado pero antes del debate se declaró culpable y fue condenado.
Su nombre y apellido no se menciona para proteger la identidad de las víctimas, que fueron precisamente sus hijas. Este hombre tenía como domicilio legal el barrio Buen Samaritano de San Vicente, pero los hechos denunciados ocurrieron en la localidad de Dos de Mayo.
La fecha de juicio en el Tribunal Penal de Oberá estaba fijada para antes del receso de julio pero la fiscalía ofreció al acusado y su defensa abreviar el proceso ante la amplia carga probatoria que había en su contra, la cual de llegar a debate la pena iba ser aún más alta.
El imputado se declaró autor penalmente responsable de los delitos de “abuso sexual simple agravado por el vínculo y abuso con acceso carnal agravado por al vínculo” y aceptó ser condenado a 12 años de prisión por haber sometido sexualmente a sus hijas.
La denuncia del caso fue radicada por la madre de las menores en la Comisaría de la Mujer de Dos de Mayo. Las víctimas, tenían en ese entonces 10 y 15 años respectivamente. Desde hacía tiempo que el hombre de profesión changarín, había comenzado a manosear a una de sus hijas de mayor edad, siempre bajo la cobertura de la amenaza y el silencio que se sumaba a la figura de autoridad como padre.
Con el tiempo el hombre comenzó a hacer lo mismo con otra de sus hijas. Primero fueron los manoseos hasta que comenzaron los abusos con acceso carnal. Al ser un delito de índole privada no trascendieron detalles de cómo fue que ambas menores se animaron a contar lo que su padre hacía con ellas.

Los abusos los cometía en los días que coincidían su presencia en la casa y la ausencia de la madre que se retiraba para hacer diligencias o cuando salía a trabajar.
Al revelárselo las hijas a la madre, la mujer fue a la comisaría a denunciarlo y el hombre al saber esto se fue del domicilio.
En septiembre del 2022, un operativo de prevención de delitos en el barrio Unido de San Vicente, al momento de identificar al hombre supieron que tenía pedido de captura emitido por el Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente.
La causa fue clausurada, elevada y finalmente se cerró con la condena del acusado. Los magistrados del Tribunal de Oberá, Horacio Gabriel Paniagua y los subrogantes Amado Dante Carvallo y Teresa del Carmen Hedman, dieron el visto bueno al acuerdo entre las partes y avalaron la condena.








