Pasaron más de cinco años de un caso que terminó con la muerte de una mujer, heridas graves y secuelas a su marido y la detención del hijo de ambos sindicado como el que les disparó cuando dormían. El caso va a debatirse próximamente y el Tribunal Penal de Eldorado ordenó la realización de medidas previas antes de las audiencias.
Las víctimas fueron Faustina Antúnez (57) y Arnoldo Schoenfisch, actualmente de 64 años y exintendente de la localidad de Santiago de Liniers.
La investigación de lo sucedido en la madrugada del 14 de mayo del 2020, estuvo a cargo del Juzgado de Instrucción 1 de Eldorado, a cargo en ese entonces del magistrado Roberto Saldaña. El juez elevó la causa a fines de diciembre de 2022.
Según pudo saber este Diario, el próximo miércoles 27 en horas de la tarde, se realizará en la vivienda familiar donde ocurrió el crimen la reconstrucción ocular del hecho.
El imputado en la causa formará parte de las actuaciones pero no trascendió si también estará presente su padre. Cabe recordar que a raíz de la lesión por arma de fuego, Arnoldo Schoenfisch sufrió la pérdida de visión al resultarle dañado un nervio óptico.
Cumplida la medida, en una fecha aún a definir pero que podría ser el mes de noviembre, el hijo de ambas víctimas, hoy de 23 años, será juzgado por los delitos de “homicidio calificado por el vínculo y por haberse cometido con alevosía agravado por la utilización de arma de fuego cometido en perjuicio de Faustina Antúnez y homicidio calificado y por el vínculo en grado de tentativa cometido en perjuicio de Arnoldo Schoenfisch”.
Respecto a lo sucedido aquella madrugada, la policía fue alertada acerca de lo que en principio se creía fue un femicidio seguido de intento de suicidio en la casa del exintendente.
El que avisó a la policía fue un familiar que tenía la vivienda muy próxima a la del matrimonio. Arnoldo ya herido de un disparo en la cabeza, pudo incorporarse y pedir ayuda desde la ventana. Según la causa, le dijo a su pariente que su hijo “se había mandado una macana”.
Según lo que recabó la investigación, el joven estaba enemistado con sus padres y esa noche había dormido en la casa de su abuela.
En base a los testimonios, pericias y averiguaciones, la Justicia determinó que entre las 3.30 y las 4.30, fue hasta la vivienda donde descansaban sus progenitores. Se calzó un guante de lana y le disparó a ambos con un revólver calibre 38 Smith & Wesson.
Cuando los policías hablaron con él este les dijo que podían haber sido “los paraguayos de allá abajo”. Lo arrestaron como sospechoso. En la comisaría le habría confesado a un familiar que era él el autor.






