En su última sesión, el Senado nacional sancionó la Ley de Financiamiento para las universidades y desde Misiones, la investigadora del CONICET, Sandra Nicosia y el consejero estudiantil de la UNaM, Lucas Ruiz Moreno se refirieron a la complicada situación que golpea a universidades, centros de investigación y en especial a los jóvenes que intentan formarse.
En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, Nicosia contó cómo es el desfinanciamiento sistemático que atraviesa el CONICET, sobre todo desde la llegada del gobierno de Javier Milei.
“La campaña de desprestigio contra el CONICET empezó antes de la campaña electoral, pero se hizo mucho más densa después. Discursos de odio, prejuicios, acusaciones sin fundamento. Todo eso generó un vaciamiento institucional que hoy nos tiene paralizados”, explicó.
Nicosia remarcó que “ante la asunción de la nueva gestión (de Javier Milei) rápidamente empezamos a sentir estas políticas de ajuste de desmantelamiento, de vaciamiento del organismo y además con los discursos de odio que siguen”. La investigadora indicó que ahora es “común decir que son todos ñoquis, todos vagos, que pertenecen a tal o cual partido político, que entran por acomodo, o sea, un montón de prejuicios de gente” que, en un caso lo hace con mala intención, y en otro caso, por desconocimiento absoluto de lo que es el sistema científico. “Repiten, replican y llegamos a estas situaciones en donde prácticamente estamos en un estado crítico con la institución paralizada por un montón de cosas”, afirmó.
Según Nicosia, desde diciembre de 2023 el organismo perdió unos 1.400 trabajadores, entre despidos, no renovaciones de contratos y becarios que quedaron fuera por falta de cupos. Manifestó que “la cantidad de gente que rindió, por ejemplo, un concurso para acceder a un cargo, ya sea de investigador o de profesional técnico, pero hace más de un año y medio que está esperando el alta. Mucha de esa gente lamentablemente decidió irse a otro lado, porque no puede esperar eternamente”, mientras que hay “otros tantos a los que se les terminó la beca y no ingresaron a carrera, porque los cupos se cercenaron”.
A eso se suma el congelamiento de fondos, incluso aquellos provenientes del exterior: “Muchos equipos de investigación que tienen financiamiento internacional han visto sus fondos congelados. Ni siquiera eso es una erogación del Estado, pero igual lo retienen”.
Las dificultades universitarias
Por su parte, el referente del Frente de Estudiantes en Lucha, trazó un panorama alarmante sobre la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), especialmente en lo referido a los estudiantes. “La universidad está en una situación crítica. Hay estudiantes que tienen que abandonar sus carreras o cursar parcialmente porque no les da para comer, para pagar el alquiler o para viajar”, relató.
Uno de los datos más contundentes que aportó Ruiz Moreno fue la caída en la matrícula: carreras que antes recibían 250 ingresantes hoy no superan los 60. Y de esos, apenas una fracción logra sostener sus estudios. “Hoy en día sobran pupitres, cuando antes cursábamos en el piso”, lamentó.
Ruiz Moreno comentó que “muchos compañeros graduados están viendo de qué trabajan, que no es lo que se forman. Entonces, esa mano de obra calificada, que también sale de la universidad, no tienen una inserción en la estructura productiva del país”. “Yo me estoy por recibir de licenciado en Historia, entonces me tendría que dedicar a la investigación. Pero si destruyen la ciencia y la tecnología, a qué me voy a dedicar”, se preguntó.
Respecto a la Ley de Financiamiento Universitario, ambos coincidieron en que se debe la educación pública a toda costa. Nicosia expresó que “aunque esto no llegue a buen fin, rescato el minuto de felicidad. Al menos se escuchó otro discurso”.
Recordó que en la provincia se crearon tres institutos de doble dependencia (CONICET-UNaM) con investigadores que abordan problemáticas locales, porque “nadie puede investigar mejor lo que pasa en Misiones que la gente que vive en Misiones”. Y añadió que “hay que sostener ese sistema de ciencia y técnica, no solo en la provincia, sino en todo el país, porque sin trabajadores no hay ciencia y sin ciencia no hay futuro”.
En coincidencia, Ruiz Moreno aseguró que “la única forma de que tengamos futuro es defendiendo la universidad pública. El país no puede ser viable si se gobierna con desprecio por el conocimiento, la educación y la ciencia”.
Organización y lucha
Desde el CONICET en Misiones se impulsan iniciativas como “Ciclomate con Ciencia”, charlas abiertas en bibliotecas populares y otras actividades de difusión para acercar la investigación a la sociedad.
Mientras que los estudiantes de la UNaM también se organizan para las clases públicas como una forma de sostener el reclamo sin abandonar la formación académica.




