Las voces de los aduaneros investigados durante 2016 y 2017 por presuntas maniobras que facilitaban el contrabando de mercaderías a través del puente internacional San Roque González de Santa Cruz, se destacaron ayer con la reproducción de 85 audios seleccionados por la Fiscalía y querella y que correspondieron a las escuchas telefónicas que realizaron los investigadores de Gendarmería Nacional a instancias de la jueza federal de Posadas, María Verónica Skanata, que inició la causa.
Cuatro de los investigados finalmente llegaron a juicio ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Posadas: Orlando Ariel Alfonso, Francisco Antonio Llorente, René Lorenzo Juárez y Bernardino Castor Esquivel, están acusados de integrar una organización que facilitaba el paso de contrabando de mercaderías en vehículos.
Ayer, y a poco más de tres meses del inicio del juicio, se concretó la décima audiencia para cerrar -con un testigo, la ampliación de indagatoria de Castor Esquivel y las escuchas telefónicas- la etapa de producción de pruebas y fijar para el próximo lunes, los alegatos de las partes.

Fueron clave para la jornada, principalmente para la acusación representada por la fiscal Vivian Andrea Barbosa y la querellante por ARCA-Aduana, Rosanna Sienra, que se oyeran las grabaciones que resumieron actividades directas de los imputados en las maniobras de contrabando y cohecho.
“Jugadores de primera”, “cancha 1, 2 y 3”, “traer tricota o duquesa”, “está limpio” o “cayó el jefe, cayó el administrador hay que hacer circo”, son las frases que más se repiten en las escuchas telefónicas, mayormente a Orlando “Kiwi” Alfonso, René “Indio” Juárez y Castor Esquivel, “Castorcito”.
A uno de los paseros de mercaderías en contacto con Alfonso se lo oye: “Tengo para mandar algo hoy pero quiero llevar de noche, porque con un mil agarran rápido, de día son demasiado exquisitos”.
O una que describe la consideración de los paseros hacia los aduaneros: “Gran tipazo también ese Llorente, no le importa nada, no le da pelota a nadie y te deja pasar. Kiwi También gran persona”.
Durante la audiencia de ayer, Castor Esquivel solicitó volver a declarar, defenderse y responder preguntas de la acusación.
Una de ellas la realizó la fiscal Barbosa y se refirió a por qué las contraseñas de su teléfono iPhone fueron aportadas de manera incorrecta a los secretarios judiciales tras ser detenido en octubre de 2017. Apuntó la responsabilidad a una secretaria del Juzgado Federal de Posadas: “Ella anotó mal, no sé por qué”. La fiscal lo dejó en “orsai”: “Las dos contraseñas de cuatro números cada una, ninguno coincidió”.
El próximo lunes a las 9, como lo adelantó PRIMERA EDICIÓN, se realizará una inspección ocular en el puente con todas las partes y se iniciarán los alegatos esa misma tarde.






