Nuevo año, viejos reclamos. Usuarios de a pie, que utilizan diariamente el transporte urbano de pasajeros en Posadas, Garupá y Candelaria, tienen un denominador común: hacer catarsis en la parada de colectivos y no poder hacer nada ante la quita de frecuencias que volvieron a implementar las empresas que manejan a diestra y siniestra las líneas del transporte metropolitano.
“El enojo de la gente en las paradas es cada vez más visible. En otras ciudades se prioriza el tiempo del usuario, pero acá parece que da lo mismo, porque dependemos únicamente del transporte público. Dependemos de que ellos deciden si viajamos, no viajamos y cuánto tardamos para llegar a nuestro destino“, expuso Luis Gilardoni, del Movimiento de Acción Vecinal.
En diálogo con la FM 89.3, el vecino que también se mueve en colectivo comentó que “el problema viene arrastrándose desde el año pasado, cuando hubo cortes por el tema de subsidios y otras yerbas. Desde entonces se notó una quita importante de frecuencias. Entre prueba y error, a la empresa acá parece que le conviene mantener este esquema y el resultado es un atraso enorme para los usuarios. Antes el movimiento era más ágil”, confió.
En ese marco, ejemplificó que “hoy por hoy, la línea 03 que sale de la (transferencia) UNaM hacia Villa Cabello puede tardar una hora o una hora y cuarto. Es una locura”. Una persona que viaje de Candelaria a Posadas y deba tomar este colectivo “está perdiendo dos horas para llegar a destino”, sumó Gilardoni.
En esa línea, agregó que “antes teníamos colectivos cada 15 minutos, es decir, cuatro por hora. Ahora son tres. El colectivo está circulando, pero lo que tardás es una eternidad para moverte“.
El referente vecinal apuntó que antes esta reducción de frecuencias era habitual los fines de semana, y más acentuada en domingos y feriados. Ahora se da en días de semana y deliberadamente por parte de las empresas, según pudo averiguar Gilardoni al hablar con un trabajador que controlaba los horarios de ingreso y egreso de colectivos en la terminal de transferencia UNaM.
“Me dijo ‘estamos controlando si están en horario’ y le digo ‘pero se está notando que no están andando en horario, porque sino no va a haber esta cantidad de gente como si fuese vacaciones’. Y él me dice ‘sí, ellos hacen un pozo de nueve a once’, que hay una quita importante de frecuencia, cuando tendría que ser habitual, si están cobrando subsidio y está cobrando los pasajes, o sea, el ahorro siempre es para la empresa y como quiera manejar la empresa”, expuso.
Las transferencias, los principales problemas
Mientras el Ejecutivo municipal está proyectando una nueva terminal de transferencia, que se ubicará e en la zona entre Itaembé Miní e Itaembé Guazú, para Gilardoni estas estaciones ya no deberían existir. Los reclamos de los vecinos mayormente son de los que tienen que hacer el trasbordo de colectivos en las terminales de transferencia de la UNaM o de Quaranta.
“Las transferencias ya fueron porque se pierde mucho tiempo, justamente pensando en esta gente que, por ejemplo, te está viniendo de Candelaria, está tardando dos horas, tiene que bajarse en transferencia UNaM, si tienes suerte lo engancha, si no tiene suerte debe esperar otro 20 minutos parado ahí para después recién llegar a destino”, dijo al respecto. Y la nueva terminal proyectada en la zona sur de Posadas, “es un atraso a lo que lo que es el movimiento: no miden el tiempo que la gente pierde y no miden si las frecuencias realmente se están cumpliendo o no se están cumpliendo“, agregó el referente.
“Estamos hablando con personas de distintos barrios para justamente canalizar los distintos problemas que creo que es básicamente de los que vienen por transferencia de Quaranta o lo que vienen de UNaM. Los que estamos entrando en la transferencia somos los que tenemos grandes problemas”, mencionó.
Medidas a tomar
Los primeros pasos del Movimiento de Acción Vecinal es reunir más detalles de las líneas que redujeron frecuencias, testimonios y demás, y presentar una nota a la comisión de Transporte del Concejo Deliberante de Posadas para la semana que viene y que los concejales tomen cartas en el asunto, porque “aunque digan que no tienen potestad, son representantes directos de los vecinos.
“Queremos canalizar los reclamos de distintos barrios y pedir explicaciones concretas sobre el control de horarios. De por qué se está tardando más de lo debido en trasladarte, porque prácticamente en este año, en lo que llevamos del año, te durmieron como que estamos en vacaciones todos los días, sin contar domingo“, criticó Gilardoni.




