En el predio de la Expo Yerba de Apóstoles arrancó la XIV Feria Provincial de Ciencia y Tecnología. En esta ocasión, reunió a 252 escuelas de todos los municipios de la provincia, con la participación de 756 alumnos de diversos niveles y modalidades del sistema educativo. El encuentro educativo contó con el acompañamiento de 350 docentes asesores, 420 evaluadores y 260 coordinadores, consolidando un espacio donde fortalecer la ciencia, la cultura y la educación.
El gobernador Hugo Passalacqua, la intendenta María Eugenia Zafrán, junto a Mauricio Terron Miguez, representante del Ministerio de Educación de Nación, y el ministro de Educación provincial, Ramiro Aranda, estuvieron presentes en la apertura, valorando estos espacios que promueven el desarrollo científico y la innovación entre los jóvenes misioneros.

Entre los proyectos destacados, PRIMERA EDICIÓN habló con Milena Rodríguez Da Cruz, estudiante de tercer año del profesorado de Educación Primaria, oriunda de Bernardo de Irigoyen, quien abordó “el portuñol y su influencia en el aprendizaje”. Explicó que este proyecto trata “prácticamente de cómo esta mixtura de dos idiomas oficiales, el español y el portugués, se combina y así nace una lengua, ¿y por qué una lengua? Por el sentimiento que provoca en el hablante del portuñol”.
Milena destacó el valor en un contexto fronterizo tan singular como lo es Bernardo de Irigoyen. “Básicamente elegimos este proyecto porque vimos que es esencial no discriminar a esta lengua, porque es algo muy importante”, planteó. Según la joven, “los niños vienen con un bagaje muy importante de la casa. Para un educador es muy interesante poder utilizar ese tipo de bagaje para que los lleven al buen aprendizaje”.
Como parte de la investigación, se realizaron encuestas y entrevistas que involucraron a 81 personas, incluidos docentes. Al respecto, Milena mencionó que “con los docentes hubo dos opiniones bastante diferentes: algunos ven al portuñol como una herramienta para enriquecer y darle valor a esa cultura propia de la frontera; otros lo perciben como un peligro que podría hacer que los niños se parezcan más a los brasileños, perdiendo así parte de la identidad argentina”.
Sin embargo, aclaró que en su ciudad “la mayoría de los habitantes notan al portuñol como algo totalmente natural, nunca se percataron si era un problema o no, simplemente lo hablan y lo llevan en su vida diaria”.
Sobre la posible barrera que el portuñol podría implicar entre español, portugués y la identidad cultural, Milena fue directa: “Cualquier habitante de frontera sabe que el portugués está anclado ahí, y es un orgullo saber hablar dos idiomas. Para los chicos, no es una barrera ni una situación de discriminación, sino algo muy importante en la comunicación”.

Otro proyecto que captó atención fue el de Belén y Luciana, estudiantes de quinto año de la Escuela de Comercio, quienes presentaron “Descifrando el secreto de los triángulos”. A través de su propuesta sobre trigonometría, buscaron acercar una materia habitual de la escuela, pero considerada difícil para muchos, desde un enfoque lúdico y práctico.
Como expresaron, “este tema nos gustó porque queríamos desarrollar matemática, que por ahí se dice que es muy difícil. Con juegos y ejemplos cotidianos intentamos que la gente no le escape a la matemática”.









