El programa “Ahora Pan” continuará vigente en Misiones con un precio de referencia de $2.400 por kilo, hasta el próximo 15 de septiembre. Así lo confirmó Omar Acosta, presidente del Centro de Industriales Panaderos, en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, al señalar que se trata de la sexta renovación consecutiva sin incrementos.
Acosta destacó que el convenio con la provincia lleva más de ocho años en marcha y permite mantener un valor “razonable y estable” en un contexto económico complejo. “Uno quisiera vender a $3.000, como en otras provincias, pero no es momento de subir tanto porque no hay consumo y la gente no tiene dinero”, explicó.
El dirigente panadero advirtió que el sector atraviesa dificultades para sostenerse, aunque en Posadas no se registraron cierres de panaderías. Insumos como grasas y margarinas continúan en alza por su vínculo con el dólar. Además, remarcó que “todos los años en enero, después de las fiestas, la venta cae un 20%. Este año cayó un 40% y no se recuperó del todo. En invierno repuntó un 20 o 25%, pero luego volvió a bajar en vacaciones. Hoy seguimos sin recuperar el resto”.
Según describió, los hábitos de compra también cambiaron: los clientes ya no adquieren por kilo, sino que llevan “cuatro u ocho pancitos, o algunas pocas facturas”, lo que refleja la pérdida del poder adquisitivo. Si bien la difusión de dietas más saludables influyó en cierta medida, para Acosta “el problema principal es la falta de dinero”.
Al ser consultado acerca del precio del trigo, Acosta comentó que “se movió un poco y se comenta que podría subir. Si eso ocurre, va a impactar en los costos. Nosotros tratamos de no trasladarlo al precio, porque aunque aumentemos, la gente no va a comprar más; seguirá llevando lo justo. Muchas veces absorbemos esos incrementos. Cuando no podemos más, aplicamos pequeños ajustes, como en las facturas”.
En cuanto al futuro, el dirigente señaló que todo dependerá del escenario económico poselectoral, aunque reiteró que la prioridad es sostener el acuerdo con la Provincia para evitar nuevos aumentos. “Si subimos los precios no vamos a vender más, la gente va a seguir comprando lo justo”, insistió.
Otro punto de preocupación sigue siendo la competencia desleal de las llamadas “panaderías truchas”, que operan sin controles ni pago de impuestos. “No hablamos de quien hace pan en su casa para sobrevivir, sino de quienes comercializan en almacenes de barrio a gran escala y generan una competencia desleal”, aclaró.




