La Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA) advirtió sobre la crítica situación que atraviesan las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) del país, afectadas por diversos factores económicos. La misma situación se vive en todos los sectores manufactureros y apuntan a la falta de un plan productivo y más diálogo del Gobierno con los empresarios.
En comunicación con FM 89.3 Santa María de las Misiones el presidente de CGERA, Marcelo Fernández, aseguró que “hace tiempo que la situación es compleja, nos preocupa y nos ocupa como dirigentes empresariales”.
Asimismo, destacó que “hoy lo único que tenemos para decir es que tenemos números oficiales”, y explicó que la capacidad industrial instalada está en apenas el 55% de su nivel de productividad, en medio de una caída del consumo y una “inflación interanual que, si bien bajó en relación al gobierno anterior, no dejó de ser un 36%”. Esta combinación, agregó, es “letal porque las PyMEs no pudimos trasladarlo a los precios”.
El dirigente explicó que esta dificultad se profundiza por la entrada de productos importados más baratos. “Se han quitado aranceles, controles aduaneros, licencias no automáticas y habilitaciones para importar que existían antes”, detalló Fernández. “Por eso hoy competimos con el mismo producto que producimos, pero mucho más barato de afuera”.
Sobre la política económica del gobierno nacional, manifestó escepticismo ante la falta de un plan productivo estructurado. “El plan económico está bien, pero está faltando un plan productivo”, señaló, y criticó que el gobierno decidió que no va a participar en la micro, dejando la solución en manos de los propios sectores. Al respecto, señaló que “ningún país desarrollado tiene una industria fuerte sin un plan que la contenga”.
En cuanto a las perspectivas de trabajo conjunto, Fernández aseguró que “ya hemos presentado propuestas”, pero que persiste la falta de diálogo sectorial con el gobierno. A nivel productivo, aclaró que “no es lo mismo producir indumentaria que vidrio o productos farmacéuticos” y enfatizó que “queremos elaborar planes con los sindicatos para que las reformas las haga el sector privado, no el Estado regulando mal a favor de algunos y en detrimento de otros”.
El panorama en Misiones y la incertidumbre que se viene
Alertó acerca de las consecuencias de la competencia externa en las regiones fronterizas, como Misiones. “Los comercios de Posadas o Iguazú compiten con países que tienen menos controles, menos impuestos y menos costos”, precisó y que esto “no genera trabajo en Argentina, sino en otros países”.
Respecto al endeudamiento creciente de las PyMEs, Fernández dijo que “los empresarios están tomando créditos para pagar sueldos, con tasas de interés impagables, de hasta el 76% mensual”. Ante esto, afirmó: “El empresario no quiere dejar de pagar porque sabe que el empleado calificado no se encuentra fácilmente y lo quiere mantener”. Sin embargo, consideró que la baja de consumo y el aumento de costos hacen que la situación sea insostenible.
El dirigente advirtió que, en el corto plazo, el escenario estará marcado por la incertidumbre política: “Vamos a vivir dos meses confundidos por las elecciones, con agresiones mutuas y sin intercambios de propuestas”, y subrayó que esto implica “no atender los problemas reales del sector”. En este sentido, indicó que “si el gobierno atendiera algunas de nuestras cuestiones, se beneficiaría electoralmente”.
Emitió una autocrítica sobre la industria nacional, reconociendo que “nosotros fuimos caros”. Acerca del consumo, explicó que “si hoy los supermercados estuvieran llenos, el precio de la gaseosa, de los fideos, del arroz, de la manteca sería el mismo”. Con el modelo actual, advirtió que “el gobierno ajusta quitando plata de la calle a través de la no emisión y aumentando las tasas de interés para que la gente deje la plata adentro”.








