En un hecho histórico, la Justicia Federal de Formosa condenó a cuatro hombres por la caza furtiva de un yaguareté en la localidad de Estanislao del Campo, en julio de 2024. Tres de ellos recibirán dos años de prisión efectiva, mientras que el cuarto obtuvo la misma pena, pero en suspenso. La resolución se considera un precedente en la protección de la fauna silvestre en el país.
La audiencia, realizada en el Juzgado Federal N°1 a cargo del juez Pablo Morán, contó con la intervención de la Fiscalía Federal de Formosa y la participación de todos los querellantes: Fiscalía de Estado de la Provincia de Formosa, Administración de Parques Nacionales y la organización ambiental Red Yaguareté.
Los acusados –Máximo Cisneros, Walter Hugo Ponce De León, Claudio Cisneros y Viterman Ponce De León– reconocieron su participación en el hecho, aunque aseguraron que desconocían que matar a un yaguareté, especie en peligro crítico de extinción, constituía un delito federal. Según la investigación, los cuatro perseguieron, mataron, colgaron, despellejaron y se fotografiaron con el animal, además de consumir su carne.
Si bien los cuatro son considerados coautores, se determinó una pena menor para uno de ellos, que además es una persona mayor. Los otros tres, que llegaron al juicio detenidos, continuarán en prisión hasta cumplir su condena.
Este fallo marca un hito en la Justicia argentina, al aplicar penas efectivas por la caza de especies protegidas.
El yaguareté, declarado Monumento Natural Nacional desde 2001, se encuentra en peligro de extinción en Argentina, con poblaciones reducidas y fragmentadas en Misiones, Chaco, Jujuy, Formosa y Corrientes, y la pérdida de ejemplares por caza furtiva no solo amenaza la supervivencia de la especie, sino que también altera el equilibrio de los ecosistemas.
Desde la Administración de Parques Nacionales destacaron el trabajo conjunto entre la Justicia, las fuerzas de seguridad, los gobiernos provinciales y la sociedad para prevenir y sancionar estos delitos. Además, subrayaron que esta condena representa un paso importante en la defensa de la biodiversidad argentina y en el cuidado de especies que forman parte de la identidad natural de la Nación.
El caso
El hecho ocurrió entre Ibarreta y Estanislao del Campo, en el oeste formoseño, cuando los acusados, identificados como Máximo Cisneros, Walter Hugo Ponce de León, Viterman Ponce de León y Claudio Cisneros, salieron armados y con perros en busca de una vaca perdida. Tras hallarla muerta, encontraron cerca al yaguareté y, según su relato, el animal atacó a los perros. Claudio Cisneros efectuó un disparo de escopeta que lo mató.
Poco después, los hombres carnearon, lo colgaron y se tomaro fotografías sonrientes junto al cadáver. La piel nunca fue encontrada, lo que alimenta sospechas de que pudo haber sido vendida. El caso fue denunciado por la Subcomisión Chaqueña para la Conservación del Yaguareté, lo que derivó en allanamientos y detenciones.
Las organizaciones querellantes, entre ellas la Fundación Red Yaguareté, remarcan que no hay antecedentes de ataques de yaguaretés a humanos, salvo en situaciones donde el animal se siente acorralado. El felino, el más grande de América, está en peligro crítico de extinción en Argentina, con una población estimada de entre 200 y 300 ejemplares. Fue declarado Monumento Natural Nacional en 2001, lo que le otorga la máxima protección legal.







