En Mojón Grande, una pequeña localidad misionera, la producción de azúcar mascabo se convirtió en el eje económico para decenas de familias rurales. Sin embargo, desde fines de 2023, la apertura de importaciones impulsada por el gobierno de Javier Milei puso en jaque el delicado equilibrio que mantenían.
El presidente de la cooperativa, Ángel Reis, relató a PRIMERA EDICIÓN que la situación se agravó durante el 2024, cuando el precio por kilo que abonaban a los productores pasó de 1.200 a 800 pesos por efecto directo de la apertura de importaciones.
“Tuvimos que bajar al productor un 50%, o sea, están casi regalando el producto” recordó. Actualmente pudieron retomar el valor inicial de $1.200.
Los principales “competidores” del azúcar mascabo misionero son aquellos que se elaboran en Brasil, Paraguay y Colombia.
Reis explicó que estos países tienen costos de producción y elaboración mucho más bajos debido a la mecanización y a las condiciones geográficas, mientras que en Misiones las tareas son manuales y el relieve encarece la actividad.
“No podemos competir con el precio” señaló, aunque destacó que la calidad del mascabo misionero es superior.

“No se puede competir”
Para el dirigente, la política comercial del Gobierno nacional pone en riesgo la continuidad de las economías regionales.
“Si te toca competir con desigualdad de condiciones no vas a poder competir de ninguna manera” afirmó. Consideró que, en este contexto, el trabajo articulado con el municipio y el Ministerio de Industria provincial es clave para mantener en pie la producción.
La cooperativa reúne a productores de Mojón Grande, San Javier, Ameghino y Dos Arroyos. La reconversión hacia el mascabo se aceleró tras el cierre definitivo del ingenio azucarero de San Javier en 2024, que llevaba cuatro años paralizado.
Antes de esa crisis, la cuenca cañera llegó a tener 400 productores, de los cuales poco más de 100 elaboraban azúcar sin refinar. En cuanto a la rentabilidad, Reis aseguró que el mascabo se vende a un valor más alto que el azúcar blanco y representa una alternativa para quienes no pueden colocar su materia prima en ingenios.
Sin embargo, remarcó que “ninguna producción de la economía regional hoy está en un momento bueno”. Sobre un eventual pedido a la Provincia para frenar las importaciones, se mostró escéptico y recordó lo ocurrido en la década del 90. “Si el modelo es ese, no creo que tengan éxito” expresó.
Zafra actual
La zafra de este año comenzó en mayo y se extenderá hasta fines de octubre o mediados de noviembre. Estiman alcanzar las 300 toneladas, de las cuales unos 250.000 kilos irán a Cachafaz y el resto a otros compradores en volúmenes menores.
La firma bonaerense utiliza el mascabo para alfajores, galletitas y otros productos. El vínculo con Cachafaz se concretó a través de un intermediario que conocía la producción local y acercó la propuesta.
Desde entonces, la cooperativa busca destacar la calidad del azúcar para obtener un mejor valor y proyecta colocar su marca “Maspura” en góndolas de Misiones y luego en otras provincias, con envases de 400 y 800 gramos.
Un poco de historia
Reis recordó que la organización nació en 2014, cuando un grupo de productores decidió unirse para dejar de vender a intermediarios que pagaban poco y revendían con otra marca.
La matrícula provincial y nacional llegó en 2017 y, dos años después, la Legislatura declaró a Mojón Grande como capital provincial del azúcar rubio artesanal.
En 2021, durante la primera Fiesta Provincial del Azúcar Rubio, el Gobierno anunció la construcción de una planta envasadora y la compra de maquinaria.
La obra se completó en 2023, lo que permitió mejorar la calidad y presentación del producto. En 2024 comenzaron a comercializar con marca propia, en un trabajo conjunto con el municipio y el Ministerio de Industria.
Actualmente, además de las ventas a Cachafaz, ofrecen su azúcar en tiendas online, en Mercado Libre y en algunos puntos de venta de la provincia. Sin embargo, la participación en ferias francas no es viable por el volumen de producción y los costos de logística.





