Un pedazo de papel, una esquela con dos frases cortas y escritas a mano: “Los amo a todos” y “les pido perdón”, fue encontrada en la billetera de José Ricardo Ferreyra, el constructor de 47 años al que hallaron sin vida y colgado -con un cable al cuello- de una escalera. Delante estaban los cuerpos de sus dos hijos y su pareja atacados a machetazos en la vivienda familiar del barrio San Lorenzo el lunes a las 7.30.
Las pericias solicitadas a la Dirección de Policía Científica deberán determinar si la letra corresponde al autor de la masacre y si fue a modo de despedida. Mientras tanto, continuaba ayer la conmoción por el múltiple crimen que dejó un hogar regado de sangre, una niña y un joven con discapacidad muertos y la esposa de Ferreyra, Paola Elizabet Vieira, agonizante con las lesiones de arma blanca. El mismo ataque sufrió un hermano de la mujer, Hugo Ríos (43) quien sobrevivió y evoluciona próximo a ser llevado a una sala de internación de menor complejidad en el Hospital de Fátima.
Ayer, Paola Vieira despertó en el terapia intensiva del Hospital Ramón Madariaga pero debieron sedarla nuevamente ya que continúa en estado de shock sin noción de tiempo y espacio por los golpes que sufrió en la cabeza y que le dejaron lesiones traumáticas y derrames pequeños que deben ser observados y cuidados con suma atención.

Hasta que no se pueda determinar si está en condiciones mentales suficientes y que no resulte contraproducente responder preguntas a los funcionarios judiciales, su versión sobre lo ocurrido en su casa de las calle 53 casi 170 A en la zona sur de Posadas no se podrá conocer.
Mientras esto ocurría, fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN respondieron sobre la labor en la Morgue Judicial, donde se realizaron las tres autopsias.
Entre lo más destacado de los adelantos informados al juez de Instrucción, Ricardo Walter Balor, y el fiscal correspondiente, René Germán Casals, se estableció que Evelyn Ferreyra de 13 años murió por una herida de arma blanca que dañó la arteria aorta y la desangró en pocos segundos.
Respecto a Mariano (21), quien padecía discapacidad motriz y cognitiva, la lesión fatal también fue en el cuello pero un corte más profundo que llegó hasta las vértebras de la columna, al borde de la decapitación.
En cuanto al deceso de José Ferreyra, se confirmó la asfixia por ahorcamiento, con un cable de conexión informática que le rodeó el cuello y fue atado a la escalera.
Otras voces judiciales y policiales contactadas por este Diario agregaron que, con las observaciones y primeros cotejos a los rastros de sangre en la vivienda de la masacre, estimaron que el ataque habría sido cometido entre doce y quince horas antes de que la policía descubriera el hecho el lunes a las 7.30 y a instancia de un familiar (hermana de José Ferreyra) que se preocupó por la ausencia de señales de vida en el lugar.
La rigidez cadavérica de los tres cuerpos y las manchas de sangre, ya con tonalidad oscura casi negra, apuntalan la apreciación temprana.
Una fuente experimentada en criminalística adelantó que al juez Balor y al fiscal Casals se les solicitará una prueba de observación nuevamente en la casa del barrio San Lorenzo para avanzar en la mecánica del múltiple homicidio y las tentativas mencionadas. Para ello será clave primero que Paola Vieira se recupere y pueda relatar lo que recuerde.
Se destacó ayer que el embarazo de casi tres meses que cursa la víctima continúa entre los parámetros normales.
Respecto a los factores que habrían desencadenado la conducta de violencia extrema en Ferreyra, las voces familiares y de amistades en torno a las víctimas y presunto victimario repitieron ayer que padecía problemas de salud mental que se manifestaban en cuadros de celos constantes hacia su esposa.









