La localidad italiana de Gemona del Friuli se vio conmocionada por un crimen que involucra a una madre, su hijo y su nuera. Lorena Venier, enfermera de 61 años, admitió ante la policía que asesinó y descuartizó a su hijo Alessandro Venier, de 35 años, con el argumento de que buscaba “proteger” a Mailyn Castro Monsalvo, pareja de la víctima y madre de su nieto de seis meses.
Según su declaración, el hombre maltrataba tanto a ella como a su nuera, a quien describió como “la hija que nunca tuve”. La mujer aseguró que Alessandro era violento, amenazaba constantemente a Castro Monsalvo, estaba desempleado, tenía problemas de adicciones y no colaboraba en el hogar. La tensión alcanzó un punto límite cuando él propuso mudarse a Colombia, país de origen de su pareja, junto con ella y el bebé, lo que, de acuerdo a la acusada, ponía en riesgo sus vidas.
El hecho ocurrió el 25 de julio y, de acuerdo a la reconstrucción judicial, madre y nuera intentaron primero sedar a la víctima con limonada mezclada con tranquilizantes, sin éxito. Luego, Lorena le inyectó dos dosis de insulina obtenida del hospital donde trabajaba, pero tampoco logró su cometido. Finalmente, ambas lo asfixiaron con una almohada y lo estrangularon con los cordones de sus botas.
Tras el homicidio, la enfermera utilizó una motosierra para cortar el cuerpo en tres partes y lo arrojó a un contenedor de basura. Ante el olor a descomposición que comenzó a llamar la atención de los vecinos, las mujeres decidieron enterrar los restos en cal.
El caso salió a la luz cuando Castro Monsalvo se quebró y confesó el asesinato ante la policía. Posteriormente, Lorena reconoció haber “hecho algo terrible”. Ambas enfrentan cargos por homicidio y ocultamiento de cadáver.






