La Fiscalía Federal de Resistencia solicitó a la jueza federal Zunilda Niremperger el dictado de una resolución que reconozca el derecho a la verdad en el caso de Carlos Enrique Tereszecuk, víctima de un homicidio considerado crimen de lesa humanidad. El requerimiento busca establecer que fue secuestrado por razones políticas a principios de noviembre de 1976, alojado y torturado en la Jefatura de Policía de Resistencia, para luego ser asesinado y arrojado al río Paraná, con posterior sepultura como NN en el cementerio de Empedrado, Corrientes.
El pedido incluye que se determine el arrojamiento de cuerpos al río Paraná como una práctica sistemática del terrorismo de Estado. La solicitud se enmarca en el fallecimiento de los máximos responsables de la Jefatura de Policía del Chaco en 1976 —los comisarios Carlos Thomas, Wenceslao Ceniquel y Lucio Humberto Caballero— y la imposibilidad de avanzar en la identificación de otros responsables.
Los familiares, en calidad de víctimas de un crimen de lesa humanidad, reclamaron una sentencia que reconstruya los hechos con un sentido reparador y que aporte a la memoria histórica. La Fiscalía respaldó el pedido con fundamentos en doctrina y jurisprudencia nacional e internacional, basándose en los juicios por la verdad de los años 90 y el precedente Martinelli.
Historia de vida
Nacido en Posadas en 1952, Carlos Enrique Tereszecuk inició estudios para sacerdote en el Seminario de Fátima de Córdoba, que luego abandonó. Tuvo una activa militancia estudiantil y política en Misiones, siendo electo en 1974 vicepresidente del Centro de Estudiantes de la Escuela de Servicio Social de la Universidad Nacional de Misiones. En 1975 participó en la campaña electoral del Partido Auténtico y fue secretario de los diputados provinciales electos Juan Figueredo y Pablo Fernández Long.

En su rol legislativo trabajó junto a gremios, comisiones barriales, colonos, tareferos y trabajadoras de casas particulares, redactando proyectos de ley para la protección de sus derechos. En 1975 sufrió un intento de secuestro por parte de civiles armados en la Cámara de Diputados, logrando escapar y pasando a la clandestinidad. En 1976 se refugió en Corrientes, hasta ser visto como detenido político, muy torturado, en la Jefatura de Policía de Resistencia.
Tras el regreso de la democracia, su hermano Norberto denunció el caso ante la CONADEP y el Juzgado Federal de Resistencia.
Reconstrucción de los hechos
Según la prueba reunida, Tereszecuk fue secuestrado a inicios de noviembre de 1976 y trasladado a un centro clandestino de detención en el primer piso de la Jefatura de Policía de Resistencia, operado por fuerzas conjuntas de la policía chaqueña y el Ejército Argentino. Fue visto en condiciones críticas de salud, sin poder caminar ni sostenerse en pie, y otro detenido debió asistirlo por orden de los guardias.
La segunda semana de noviembre fue asesinado y su cuerpo arrojado al río Paraná. El 15 de ese mes fue recuperado en Empedrado, Corrientes, a 70 kilómetros de Resistencia, y sepultado como NN. En 2018, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) confirmó su identidad.
Práctica sistemática
La Fiscalía subrayó que el caso forma parte de una práctica sistemática del terrorismo de Estado: la desaparición de personas arrojando sus cuerpos al río Paraná. Se trataba de ejecuciones con patrones comunes, como disparos en el pecho o el cráneo, ataduras con alambres, cortes de yemas de los dedos y lesiones abdominales para impedir que flotaran.
Esta reconstrucción se apoya en autopsias de la época y en el testimonio del médico forense de Empedrado, Otto Eliseo Manzolillo, durante el juicio por el centro clandestino del Regimiento 9.
La Fiscalía Federal de Corrientes y el EAAF establecieron el paradero de tres desaparecidos hallados en el Paraná y sepultados como NN en Empedrado: Rómulo Artieda, Julio “Bocha” Pereyra y Carlos Tereszecuk. Sus restos fueron restituidos a las familias en 2007, 2014 y 2018, respectivamente.







