Una mujer intenta sobrevivir y su hermano discapacitado también, ambos testigos y víctimas de la masacre que protagonizó un hombre de 47 años, constructor de oficio y con empleo estable en una empresa privada reconocida en la provincia, que mató a sus dos hijos de la misma manera que lo intentó con ellos, a machetazos. Luego se colgó un cable de conexión informática alrededor del cuello y se quitó la vida.
La masacre en el barrio San Lorenzo, en la zona sur de esta capital, fue descubierta hoy cuando el sol asomaba en la vivienda de la calle 53 casi 170 A. Una hermana del atacante, identificado como José Ricardo Ferreyra de 47 años, fue quien alertó al Centro Integral de Operaciones 911 (CIO-911) de la Policía provincial y con la asistencia de efectivos de la Unidad Regional X ingresaron al inmueble.
Ver esta publicación en Instagram
Encontraron el peor escenario: sangre en varios puntos de la casa, huellas de arrastre color escarlata y que corresponderían a los cuerpos de los dos hijos de Ferreyra y Paula Vieira, Mariano de 21 años y Evelyn de 13. En el caso del hermano mayor, era un joven con discapacidad motriz y retraso madurativo. Las dos víctimas fatales yacían junto a su madre agonizante en la sala principal de la amplia vivienda de mampostería. Enfrente, como el cierre de un ritual inexplicable, pendía de una escalera José Ferreyra.
Apenas los uniformados comprobaron que tenía pulso y respiraba Paula Vieira, se inició el plan de contingencia para que una ambulancia la rescate. Segundos después hallaron en su cama y en idéntica situación a Hugo Ríos, de 43 años, también discapacitado y con lesiones de arma blanca.

Policías de distintas dependencias comenzaron a llegar al lugar. Entre ellos, ante la gravedad de lo ocurrido, Sandro Martínez y Marcos David López Asencio, jefe y subjefe, respectivamente, de la fuerza de seguridad provincial. Lo mismo ocurrió con los funcionarios judiciales de turno en agosto: el juez de Instrucción 6, Ricardo Walter Balor, y el fiscal René Germán Casals.
Ver esta publicación en Instagram
Ambos llegaron al cruce de calles mencionado y aguardaron junto a los policías la llegada de la primera ambulancia para socorrer a Paula Vieira. Esto habría demorado alrededor de 50 minutos y entretanto se analizó llevarla al Hospital Ramón Madariaga en una patrulla policial, alternativa que fue rechazada de plano tras las primeras consultas.
Media hora después de la primera unidad que trasladó a la mujer, arribaron dos ambulancias más y en una de ellas fue llevado Hugo Ríos al hospital central.
Ver esta publicación en Instagram
Ambos continuan en estado grave pero en evolución. Además, en el centro de salud se confirmó que Vieira cursa un embarazo de once semanas, Será clave el testimonio judicial que ella pueda brindar para esclarecer lo sucedido.







