El Gobierno sufrió esta semana un revés importante cuando Diputados rechazó cinco decretos que habían modificado o eliminado organismos como Vialidad Nacional, el INTI, el INTA y dependencias culturales, entre otros. Estas disposiciones, firmadas antes del vencimiento de la Ley Bases, forman parte del denominado “plan motosierra” que ejecuta el ministro Federico Sturzenegger para reducir el gasto público y alcanzar el superávit fiscal.
La preocupación en la Casa Rosada crece ante la posibilidad de que el Senado, con una oposición que se acerca a la mayoría, concrete el rechazo definitivo. Fuentes parlamentarias anticipan que ya se trabaja para convocar a una sesión y avanzar en esa dirección.
Según adelantó el vocero presidencial, Manuel Adorni, Milei utilizará una cadena nacional para explicar los fundamentos de sus vetos al aumento de las jubilaciones y a otros proyectos con impacto fiscal, como el financiamiento universitario y la ley de emergencia para el Hospital Garrahan. También detallará las estrategias para evitar la caída de los decretos 340, 345, 351, 461 y 462/2025, que afectaron la estructura y funciones de organismos públicos.
El oficialismo analiza alternativas jurídicas para mantener vigentes las reformas, aun si el Congreso avanza en su rechazo. “Los decretos ya están en vigencia y las modificaciones ya se hicieron”, sostuvo el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien advirtió que un retroceso en este punto pondría en riesgo el equilibrio fiscal.
De acuerdo con datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso, en julio el Gobierno registró un superávit primario de $3 billones y un superávit financiero de $2,8 billones, con una caída del gasto público del 10,1% interanual. Para el Ejecutivo, estos números confirman la efectividad del ajuste y refuerzan la necesidad de preservar las reformas.
En un año electoral y con la relación deteriorada con la presidenta del Senado, Victoria Villarruel, Milei apuesta a la cadena nacional como vía directa para defender su plan y advertir sobre lo que considera los riesgos de la agenda opositora. La pulseada con el Congreso, marcada por vetos, decretos y tensiones políticas, se convierte así en un capítulo clave para el futuro de su gestión.








