Este 6 de agosto se conmemora en todo el país el Día del Ingeniero y la Ingeniera Agrónoma, en recuerdo del inicio del dictado de clases en el Instituto Agronómico Veterinario de Santa Catalina (Buenos Aires) en 1883, institución que sentó las bases de la enseñanza formal de esta disciplina en Argentina. La fecha también coincide con el Día del Veterinario, ya que ambas profesiones compartieron origen académico.
En Misiones, unos 500 ingenieros agrónomos se encuentran matriculados en el Colegio de Ingenieros Agrónomos de la provincia (Ciam.), entidad que regula el ejercicio profesional por delegación del Estado provincial a través de la Ley I – Nº 99 (antes Ley 3.137/1995). El conocimiento técnico de estos profesionales resulta clave para garantizar la producción sostenible de alimentos, proteger los recursos naturales y promover el desarrollo rural.
La carrera de Ingeniería Agronómica puede cursarse en la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), con sede en Eldorado. Desde 2012 a la fecha, más de 70 profesionales egresaron de esa institución, mientras que actualmente cursan sus estudios alrededor de 490 alumnos. La formación también está disponible en la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) en Corrientes y en la Universidad del Salvador (USAL), con sede en Gobernador Virasoro.
El campo laboral de los ingenieros agrónomos en Misiones es amplio y diversificado, en consonancia con la riqueza productiva de la provincia, especialmente en el sector agroindustrial y forestal. Entre sus funciones principales se encuentran la gestión de recursos agropecuarios, el manejo sustentable del ambiente, la administración de sistemas productivos y comerciales, y la aplicación de tecnologías para transformar y conservar productos de origen agropecuario.
En los últimos años, la profesión experimentó una fuerte transformación impulsada por la incorporación de nuevas tecnologías. Producción orgánica, biotecnología, nanotecnología y maquinaria robotizada son algunas de las herramientas con creciente presencia en la actividad agronómica. Esta evolución técnica no solo busca mejorar la productividad y la eficiencia, sino también resguardar la salud del trabajador, el equilibrio ambiental y la seguridad alimentaria.







