Misiones atraviesa un momento de alta preocupación por el incremento de siniestros viales registrados en distintas localidades de la provincia. La seguidilla de hechos ocurridos en rutas y zonas urbanas pone nuevamente en el centro del debate la responsabilidad al conducir y la necesidad de profundizar la concientización social.
En este contexto, la referente provincial de la Red Nacional de Familiares de Víctimas de Tránsito y coordinadora de la Línea 149, María Virginia “Mavi” Araujo,, pidió mayor compromiso de las autoridades y subrayó que “la vida no tiene precio”.
En diálogo con FM de las Misiones, sostuvo que las cifras de accidentes son “totalmente alarmante” y lamentó que en solo un fin de semana se hayan registrado ocho siniestros.
“Nos toca de lleno a los familiares. Es como remover cada célula de nuestro cuerpo otra vez”, remarcó.
La entrevistada advirtió que los jóvenes están entre los principales protagonistas de estos episodios, en gran parte por imprudencia y falta de conciencia. “Piensan que son inmortales, que no les va a pasar nada hasta que pasa”, expresó.
Además de la responsabilidad individual, Araujo apuntó contra la ausencia de medidas de prevención por parte del Estado. Dijo que no se ven campañas de concientización ni señales viales adecuadas en las rutas y municipios. “
“No vemos carteles hechos, no vemos publicidad. Todo lo que se pueda repetir una y mil veces despierta un poquito más la conciencia y la responsabilidad”, afirmó.
Otro punto que la referente destacó es la escasa atención que reciben las víctimas con secuelas graves, quienes muchas veces no figuran en ninguna estadística. “La cantidad de personas que quedan con secuelas son innumerables. Y lamentablemente no tienen contención del Estado”, advirtió. Sostuvo que esas consecuencias también implican un gasto para el sistema de salud y que por eso urge
Consultada sobre el rol de la educación, Araujo consideró que debe fortalecerse tanto en las escuelas como en los hogares.
“Los docentes hacemos cursos de educación vial, pero si en la familia no se habla, queda como saco roto”, dijo. Recordó que es frecuente ver motociclistas sin casco, incluso llevando niños, y que muchas veces los adolescentes se sienten invulnerables. “Mi hijo tenía tan solo 16 años y se creía inmortal. No quiero que otra familia pase por esto”, expresó conmovida.
Respecto al marco legal, Araujo pidió que las normas vigentes se visibilicen y que se revisen aquellas que no contemplan adecuadamente la gravedad de ciertos hechos. “Las leyes están encuadernadas, no se dan a conocer”, manifestó. Consideró prioritario que las penas se ajusten a las consecuencias de los siniestros provocados por conductores alcoholizados o imprudentes.
“Esa ley, el Código Civil, está hace más de 20 años en tratamiento. No escuché a ningún futuro diputado hablar de modificarla”, criticó.







