Un hombre fue hallado muerto en Bernardo de Irigoyen con un disparo en el pecho y alrededor de treinta proyectiles y vainas servidas fueron recolectadas por los peritos en la escena, en un nuevo episodio de violencia y ajustes de cuentas con tinte de mafia y delitos de frontera misionera con Brasil.
El episodio que los investigadores de la Unidad Regional XII de la Policía investigan como homicidio agravado por el uso de arma de fuego ocurrió durante la noche del domingo y la víctima de 43 años se desempeñaba como sereno de una propiedad que ya había sido blanco de un acto de amenaza cuando una granada fue dejada frente al acceso a la vivienda y local comercial en construcción.
De acuerdo a las fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, el crimen se registró alrededor de las 22.50 en el inmueble sobre calle Polonia.
Efectivos de la comisaría local fueron alertados por el propietario del lugar, un hombre de 43 años que manifestó haber escuchado el paso de una motocicleta frente a su domicilio y, enseguida, los estampidos de la balacera.
Al salir a observar, encontró a “Koki” Ferreyra, tendido en el suelo, sin signos vitales. Al llegar al lugar, los uniformados constataron que el cuerpo se encontraba tirado boca abajo y sin signos vitales adentro del local comercial.
Además, observaron múltiples impactos de proyectiles en las paredes, lo que evidenciaba la violencia del ataque.
Lesión letal
A continuación, intervino la división Policía Científica y el médico legista de turno de la Unidad Regional XII, quienes constataron que la víctima presentaba una herida de entrada por arma de fuego en la región infraescapular izquierda y una de salida en la zona torácica, a la altura de la línea mamilar izquierda.
Durante el relevamiento de huellas y rastros para la investigación, en la escena se procedió al secuestro de 26 vainas servidas y nueve proyectiles lo que sugiere que se trató de un ataque directo y planificado.
En paralelo, y con el análisis de imágenes de cámaras de seguridad aportadas por vecinos de la zona, se pudo establecer que los presuntos autores serían dos personas que se desplazaban en una motocicleta de color rojo.
No fue augurio, fue amenaza
Cabe destacar que, como antecedente relevante, el pasado jueves 17 de julio se había reportado un hecho de gravedad en esa misma propiedad.
En esa ocasión y como lo informó este Diario, miembros de la División Bomberos de la Unidad Regional XII encontró un artefacto explosivo tipo granada FM-K2, sin tren de fuego activo, asegurado con alambre, lo que evidenciaba una posible intención de daño o intimidación.
Por disposición del juez de Instrucción de San Pedro, Ariel Belda Palomar, el cuerpo de Ferreyra fue trasladado a la Morgue Judicial de Posadas para la autopsia.
En cuanto a sospechosos del ataque, no se lograron establecer identidades, entre otros motivos, porque los dos supuestos sicarios se movilizaban con los cascos colocados y actuaron con celeridad.









