En vísperas del tradicional 1º de agosto, la costumbre de beber caña con ruda gana protagonismo. El ritual, heredado de los pueblos originarios del continente, tiene raíces profundas en la cosmovisión indígena. A primeras horas del día, en ayunas, quienes participan del rito toman la infusión elaborada con hojas de ruda macho maceradas durante semanas -o incluso meses- en caña paraahuyentar los males, atraer la buena salud, alejar la envidia y abrir el camino a la prosperidad.
En ese marco, desde Santa Ana, Fanny de los Santos -productora artesanal- compartió con la FM 89.3 Santa María de las Misiones cómo elabora esta bebida cargada de significado. Aseguró que “si se deja de un año para el otro, queda mejor”, y que cada vez más personas se acercan en busca de su versión artesanal de la caña con ruda.
La demanda comienza ya en julio. “La gente va pidiendo, comprando y guardando para el primero de agosto. Se puede preparar y dejar por un año, es mejor así porque queda más añejada”, explicó. Incluso aclaró que si está envasada en vidrio, la caña se conserva bien y mejora con el tiempo, desmintiendo la creencia de que “se vence”.
La caña que elabora Fanny es completamente natural y transparente, algo que llama la atención por su pureza. “Nosotros fabricamos caña blanca. No le agregamos nada, es natural. Algunas otras cañas parecen whisky porque les ponen cosas. Esta no”, detalló.
La elaboración comienza con la fermentación de maíz colorado y miel de caña. “Le ponés 20 litros de miel, 80 litros de agua. Eso fermenta, baja la harina y ese líquido se pasa al alambique, donde se saca la esencia de la caña blanca”, explicó con precisión.
El emprendimiento familiar produce unos 40 litros semanales, haciendo dos cocidas por semana. Se comercializa principalmente en su zona, cerca del Parque Temático de Santa Ana, y la clientela llega a su casa en busca de los productos. “Nosotros estamos a 1.500 metros del parque. El que conoce, viene directamente a buscar”, contó.
El emprendimiento “Los Abuelos” surgió a partir de un proyecto anterior impulsado por su padre. Tras su fallecimiento, tres mujeres de la familia tomaron la posta: Fanny, su hija y su hermana. “Ella (su hija) estudia gastronomía y ayudó a cambiar un poco el diseño del producto. Creamos un estilo sutil, no tan llamativo, pero lindo a la vista”, describió con orgullo.
Además de la caña con ruda, elaboran miel de caña, rapadura, azúcar mascabo, garrapiñada, azúcar orgánica y masas de miel, todos derivados naturales de la caña de azúcar. “Antes mis padres hacían solo la caña blanca, la miel y la rapadura. Yo empecé a crear otros productos, fui practicando y donde me salía bien, me quedaba”, relató.
Durante todo el año, la gente también busca estos productos naturales. “Ahora se vende mucho la caña con ruda por la fecha, pero también la miel de caña y el azúcar, porque son naturales y sin químicos. La azúcar mascabo se vende bastante, incluso más que antes”, afirmó. Aunque hay otros productores, Fanny aclara que su venta es directa al cliente local y a turistas que pasan por la zona.
El emprendimiento lleva tres años y recién ahora está tomando fuerza. “Hoy la gente busca lo natural. El turista es el que más compra cuando se entera que es artesanal y sin agregados”, destacó.
Respecto a los precios actuales, detalló:
- Caña con ruda: $4.000
- Azúcar mascabo: $3.500
- Miel de caña: $3.500
- Rapadura: $2.000
“Tratamos de estar en un precio accesible, ni muy bajo ni alto. Si subís mucho, la gente no compra”, reconoció.
Aunque por el momento no distribuyen en Posadas, quienes deseen adquirir los productos pueden acercarse directamente al emprendimiento, ubicado a 1.500 metros del Parque Temático de Santa Ana, camino al Cerro.
Finalmente, Fanny agradeció el interés y confirmó que ya no le queda casi nada: “Me faltó, voló. Llevan todo”. Y cerró con un consejo clave para quienes quieran mantener la tradición: “Conviene comprar una caña que ya esté preparada hace tiempo; si se deja reposar, queda más suave y mejor”.




