La comunidad de Villa Olivari, en Corrientes, atraviesa horas de conmoción e indignación tras la muerte de Bruno también conocido como Manchita, el perro que diariamente acompañaba a los alumnos de la Escuela N° 64 “José Luis Olivari”. El animal fue asesinado de un disparo este lunes por un hombre de la localidad, hecho que generó repudio generalizado y derivó en una denuncia policial. A pesar de ello, el acusado permanece en libertad, lo que motivó la convocatoria a una marcha prevista para este jueves.
Según testigos, el hecho ocurrió “a sangre fría” y conmocionó no solo a los docentes y alumnos del establecimiento, sino a toda la comunidad. Bruno era un perro callejero que se había ganado el cariño de los niños, maestros y padres. “Era un pan de Dios, todos los chicos lo amaban. A las 7.10 ya estaba doblando la esquina para llegar a la escuela. Era uno más de nosotros”, relató una docente al diario El Litoral.
La cotidianidad de Bruno en la escuela lo había transformado en un integrante más de la institución. Acompañaba a los alumnos en la entrada, los seguía durante los recreos y esperaba pacientemente al finalizar la jornada. Su muerte dejó un profundo vacío emocional entre los niños, que aún no comprenden por qué su compañero de cuatro patas ya no está.

En redes sociales, el caso generó un fuerte repudio y una oleada de mensajes que piden la aplicación efectiva de la Ley 14.346 de protección animal. “Asesinaron a un ser de luz. Hoy los niños preguntan dónde está nuestro Bruno”, escribió una proteccionista, quien también adelantó que organizarán una movilización para exigir justicia.
La marcha tendrá lugar este jueves a las 15 en la plaza de Villa Olivari, bajo el lema “Apagaron tu ladrido, pero alzamos la voz”. Será un acto simbólico pero también un llamado urgente a la justicia, impulsado por organizaciones proteccionistas, docentes, familias y vecinos del pueblo.
Mientras tanto, en la Escuela N° 64, los niños siguen preguntando por Bruno. Su ausencia dicen se siente en cada rincón del patio, en la entrada cada mañana y en los silencios que dejó su partida inesperada.







