En el marco del proceso de actualización integral del Código de Edificación de Posadas, que se discute actualmente en el Concejo Deliberante tras más de cuatro décadas sin reformas estructurales, el presidente de la Comisión de Obras Públicas, el concejal Héctor Cardozo, brindó precisiones sobre el contenido del proyecto, los principales cambios propuestos y el cronograma de trabajo para su tratamiento legislativo.
La propuesta -elaborada por el Ejecutivo municipal y que está siendo revisada con la participación de colegios profesionales, instituciones técnicas y cámaras empresarias- incorpora criterios de sustentabilidad, eficiencia energética, digitalización de trámites, accesibilidad y preservación del patrimonio histórico, entre otros ejes centrales. Durante una charla con FM 89.3 Santa María de las Misiones, Cardozo explicó los avances en la construcción colectiva de esta norma clave para el desarrollo urbano de la capital provincial, e insistió en la necesidad de que más vecinos se sumen al debate.
“Es como el reglamento básico para todo lo que se construye en la ciudad”, expresó al referirse la norma que fija parámetros técnicos como el tamaño mínimo de habitaciones, materiales, coeficientes de ventilación, iluminación, entre otros. Si bien desde 2012 se avanzó con normas complementarias como la Carta Orgánica, el Plan Urbano, el Forestal o el de Gestión de Residuos, el Código permanecía sin cambios sustanciales desde su sanción original en la década del 80.
“El problema es que al ser algo tan amplio y que abarca tantas temáticas, no se puede discutir en abstracto. Por eso se propuso una nueva redacción que ahora está a disposición del Concejo Deliberante”, explicó Cardozo en diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones. En ese marco, el intendente Leonardo Stelatto junto a su equipo elaboró una nueva estructura y codificación, que ya fue puesta en manos de los concejales y de diferentes sectores profesionales.
Cardozo destacó que para asegurar que la norma sea efectiva y aplicable, es fundamental “la experiencia del que trabaja en el terreno”. Por eso se convocó a colegios de ingenieros, arquitectos, forestales y hasta juntas de patrimonio histórico, con el fin de que puedan hacer aportes. “Necesitamos que los profesionales intervengan y participen”, subrayó.
Entre los cambios estructurales del nuevo texto, se amplía de seis a diez los capítulos del Código e incorpora conceptos modernos como sustentabilidad, eficiencia energética y accesibilidad. Cardozo ejemplificó: “Hoy sabemos que un local vidriado mal diseñado es imposible de climatizar sin derroche de energía. Queremos que al terminar una obra, se entregue un etiquetado de eficiencia térmica, como ocurre con una heladera”.
Además, se agregó un capítulo específico sobre patrimonio histórico, algo inexistente en la versión anterior. “La ciudad va creciendo, y ya tenemos que pensar cómo proteger lo que declaramos patrimonio”, remarcó.
Sobre la accesibilidad, reconoció deficiencias estructurales vigentes. “En muchos barrios, las veredas no están al mismo nivel. Si no podés caminar perfectamente, esa cuadra te excluye. Es una barrera invisible que también tenemos que corregir”.
Respecto a la altura de las construcciones, en especial sobre la costanera, aclaró que esa discusión no forma parte de este Código, sino que se aborda en otra ordenanza: el Plan Urbano Ambiental, que establece los indicadores urbanísticos (pisos permitidos, impermeabilización del suelo, usos habilitados, etc.). Aun así, recordó que el año pasado se modificó la normativa para zonas como Itaembé Guazú, donde hubo reclamos por construcciones que afectaban la convivencia vecinal. “Los reglamentos deben adaptarse a nuevas realidades”, afirmó.
Consultado sobre los plazos del proyecto, Cardozo explicó que durante agosto se recibirán todas las observaciones y sugerencias. “No podemos extenderlo indefinidamente. Ya entregamos copias del código a todos los interesados, incluso a estudiantes de colegios técnicos. El que quiera, puede acercarse al Concejo y pedir su ejemplar”.
El documento incluye más de 450 páginas, organizadas en diez secciones, y presenta reformas profundas como la digitalización completa de los trámites. A partir de su implementación, los planos dejarán de presentarse en papel y los profesionales deberán contar con firma digital.
Uno de los puntos más destacados es la incorporación de una “habilitación exprés” para iniciar construcciones de baja complejidad -como viviendas familiares o pequeños locales comerciales- mediante declaración jurada del profesional actuante. “Hoy, el trámite para una casa y para un edificio de cuatro pisos es prácticamente el mismo. Esta reforma permite arrancar la obra mientras avanza el expediente, confiando en la responsabilidad profesional”, sostuvo.
Al ser consultado acerca de cómo se garantiza la participación ciudadana, Cardozo respondió que se convocó formalmente a todos los sectores con injerencia directa y que se difundió por todos los canales posibles.
Finalmente, reconoció que hasta ahora la participación más activa vino desde el ámbito profesional, aunque alentó a los vecinos a acercarse y participar: “Hay temas como las veredas mal niveladas, o construcciones fuera de regla, que también deben ser debatidas. Doña Rosa también tiene derecho a opinar”.




