El reciente sismo de magnitud 8,8 en la península de Kamchatka, Rusia, reactivó las alarmas de tsunami en todo el océano Pacífico y generó evacuaciones preventivas en Japón, donde ya comenzaron a llegar las primeras olas, aunque de baja intensidad. Pero el temor no solo responde a la memoria del desastre del 11 de marzo de 2011, sino también a una predicción inquietante publicada hace años por una mujer que se ha ganado el apodo de “la profeta del manga”.
Se trata de Ryo Tatsuki, autora del enigmático libro Watashi ga Mita Mirai (El futuro que vi), una obra de culto que sorprendió al mundo cuando advirtió en su portada que “un gran desastre ocurrirá en marzo de 2011”, fecha exacta del devastador terremoto y tsunami que dejó más de 18 mil muertos en Japón.
Ahora, con la tierra temblando nuevamente en el Pacífico y el país en alerta, resurge otra de sus predicciones: “el mar al sur de Japón hervirá” el 5 julio de 2025. Y aunque el día ha pasado, el mes aún coincide, como dice el dicho popular “creer o reventar” ¿no?
Una voz femenina que incomoda y estremece
A sus 70 años, Tatsuki representa una figura insólita en la industria del manga: una mujer que construyó su carrera a partir de sus sueños. Literalmente. Desde 1976, comenzó a registrar en cuadernos sus experiencias oníricas con una meticulosidad que más tarde convertiría en narrativa gráfica. Lejos de las fórmulas comerciales de sus colegas masculinos, desarrolló una estética basada en la intuición, el inconsciente colectivo y una sensibilidad poco habitual para los cánones del manga mainstream.
Su libro, publicado en 1999, compiló predicciones que con el tiempo adquirieron un carácter inquietantemente certero: la muerte de la princesa Diana, los atentados del 11 de septiembre, la pandemia de COVID-19, y sobre todo el tsunami de 2011, cuya fecha ya figuraba en sus ilustraciones una década antes.
“Sentía que mis sueños tenían un significado especial”, dijo alguna vez en una entrevista. Esa afirmación, que para muchos roza lo místico, se volvió una marca de su obra: la mezcla entre lo personal, lo profético y lo colectivo.
Profecías que impactan en la economía
Aunque su libro no se reedita desde hace años, en las últimas semanas volvió a viralizarse en redes y medios japoneses. El pasaje en el que se anuncia que “el mar hervirá al sur de Japón el 5 de julio de 2025” generó una ola de inquietud que impactó directamente en el turismo y los vuelos. Algunas aerolíneas reportaron cancelaciones y hoteles de la costa sur han visto caer sus reservas.
En paralelo, el fuerte terremoto frente a Kamchatka y la activación de alertas de tsunami en varias regiones del Pacífico pusieron el foco internacional en la frágil estabilidad sísmica de la región. Japón, que evacuó a miles de personas en sus costas, volvió a activar sus protocolos de desastre, reforzando la vigilancia sobre el mar y sobre su infraestructura crítica, como la planta de Fukushima.
Cuando el manga no solo entretiene, sino que inquieta
Tatsuki no busca el éxito comercial ni las adaptaciones al anime. Su obra no fue pensada para vender figuritas, sino para remover conciencias. Y lo logró. Su forma de narrar, que apela a la intuición y a los símbolos oníricos, ha sido descrita por algunos críticos como una ruptura total con la lógica narrativa masculina dominante.
Sus seguidores ven en ella una suerte de chamana contemporánea. Sus detractores, una oportunista. Pero nadie puede negar el impacto cultural y emocional que ha tenido su trabajo en una sociedad como la japonesa, que convive a diario con la posibilidad real de tragedias naturales.
Mientras las placas tectónicas crujen y las sirenas costeras retumban en Japón, muchas miradas se posan sobre las páginas de Watashi ga Mita Mirai. ¿Y si esta vez también acierta?





