Cada 29 de julio la Iglesia Católica celebra a Marta, a su hermana María y a su hermano Lázaro, amigos y discípulos de Jesús. De acuerdo a la Escritura, el Señor se hospedó al menos en tres oportunidades en casa de los tres, en Betania, ciudad ubicada a unos kilómetros de Jerusalén.
Hasta hace unos años, el día 29 de julio estaba destinado sólo a la celebración de Santa Marta. Sin embargo, a partir del 2021 se dispuso que los santos María y Lázaro sean también conmemorados en esta fecha.
Santa Marta es Patrona de los imposibles, del hogar, de las casas de huéspedes -y por extensión de los hoteleros– y también de las cocineras, las amas de casa, las sirvientas y las lavanderas.
De hecho, Marta significa “Señora” o “Jefe de hogar”.
María, por su parte, es patrona de quienes viven dedicados a la contemplación o la oración, así como de los vendedores de perfumes, mientras que San Lázaro de Betania es patrono de los moribundos y los necesitados.

¿Quién era Santa Marta?
De acuerdo a los Evangelios, Marta era la hermana de Lázaro y María, una familia que residía en Betania, un pequeño pueblo aldeano ubicado cerca del Monte de los Olivos a tres kilómetros de Jerusalén. Gracias a esta cercanía, el clan creó lazos con Jesús , quien se convirtió en un amigo y huésped recurrente.
Los dos primeros años de su apostolado, Jesús estuvo la mayor parte del tiempo en la provincia de Galilea, al norte de su país. Pero en el tercer año se trasladó a Judea, en el sur, y con él sus discípulos. En Jerusalén era bastante peligroso quedarse por las noches porque los enemigos le habían jurado guerra a muerte y buscaban cualquier ocasión propicia para matarlo. Por eso Marta, María y Lázaro abrieron sus puertas para recibirlo, junto a sus apóstoles, y así esconderlo de quienes lo perseguían.
En esta casa siempre había una habitación lista y bien arreglada para recibir a Jesús, cualquier día a la hora en que llegara. Allí Jesús se sentía como en su casa (por eso Santa Marta es la Patrona de los hoteleros, porque sabía atender muy bien).
Los hermanos enfrentaron un gran desafío con la muerte de Lázaro. Sin embargo, gracias a un milagro de Cristo, Marta y María fueron testigos de su resurrección.
Tras este suceso, debió hacerse cargo de la casa y Jesús la alentó, por lo que se la considera como la Patrona del hogar y las amas de casa.
Por eso también se llama así la Casa de Santa Marta o Residencia de Santa Marta, ubicada en la Ciudad del Vaticano y adyacente a la Basílica de San Pedro, sede de descanso del Papa y residencia de los cardenales electores durante los cónclaves.
Fuente: ACI Prensa / La Nación








