El presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, sorprendió con una defensa explícita del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), una de las instituciones apuntadas por el Gobierno libertario para su eventual cierre o reestructuración.
“El INTA debe seguir existiendo”, afirmó Pino desde el palco principal de la 137ª Exposición Rural de Palermo, con Milei escuchando desde atrás.
“Debe dedicarse a la investigación y al desarrollo al servicio de los productores, seguir trabajando en el campo de la biotecnología y continuar desarrollando nuestras herramientas, adaptando las tradicionales y dando acceso a las nuevas, incluida la inteligencia artificial y la robótica”, agregó el dirigente ruralista.
Para lograr eso, según el presidente de la SRA, el INTA “debe valorar a su personal calificado y tener una gestión dinámica de sus cuadros profesionales y administrativos”.
El respaldo al organismo técnico, fundado en 1956 y considerado estratégico para el desarrollo científico y productivo del agro, contrasta con la intención del Poder Ejecutivo de avanzar con una fuerte reestructuración o directamente eliminar entes públicos vinculados a la investigación.
El INTA fue mencionado en varias oportunidades como parte de ese recorte.
Durante toda su gestión, el Gobierno dejó trascender que el organismo estaba “sobredimensionado” y que su rol podría ser absorbido parcialmente por el sector privado. En paralelo, los despidos y el recorte presupuestario afectaron a varias experimentales del INTA en distintas provincias, con pérdida de personal técnico, discontinuidad de ensayos productivos y suspensión de convenios con cooperativas y productores.
A principios de este mes, la Casa Rosada convirtió al INTA en un organismo desconcentrado dependiente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía., cuando venía funcionando como un ente autárquico.
En ese marco, la Nación había anticipado a los miembros de la Mesa de Enlace una serie de reformas: se avanzará con una profunda reducción del 80% de las direcciones nacionales, el cierre de 41 agencias de extensión rural (AERs) y se volverán a abrir los retiros voluntarios a partir del 1° de agosto.
Es por ello que las declaraciones de Pino ayer marcándole la cancha al Gobierno nacional sorprendieron a propios y extraños.
“Hace un año, en este mismo lugar, el señor Presidente nos recordó lo que está escrito arriba de esta tribuna: cultivar el suelo es servir a la Patria. Cumpliendo con ese lema, la Sociedad Rural Argentina siempre va a ser parte de la solución y jamás será parte del problema”, expresó.
Además, el titular de la SRA también hizo una reivindicación del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA, aunque marcó que es necesario una reestructuración).
“Es tan importante que hay que reorganizarlo, eliminar la ineptitud, la burocracia obstructiva y la influencia clientelista de origen político y gremial, y dotarlo de un nivel técnico de excelencia. El SENASA debe tener un plan a largo plazo que incluya la definición y diferenciación de estatus sanitario y un poder de intervención adecuado. En un país exportador no podemos no tener un SENASA del mejor nivel internacional”, remarcó Pino al hacer referencia a otro ente que está en la mira de la “motosierra” de Javier Milei.






