Una semana atrás, un joven de 20 años denunció que recibió una golpiza en un boliche de la costanera de Posadas. El caso se hizo público rápidamente, cuando imágenes de las lesiones que recibió la víctima fueron viralizadas a través de las redes sociales. Denunciaron penalmente a los señalados como autores y la Justicia tomó intervención en el hecho.
Según pudo saber este Diario, la fiscalía de Instrucción 3, a cargo de Adriana Marcela Verónica Herbociani, solicitó que sean citados a indagatoria dos de los custodios que están señalados en la denuncia como los autores de los golpes y lesiones provocadas al denunciante. En principio bajo la calificación de “lesiones”, pero esto podría llegar a modificarse una vez que se complete material probatorio y en caso que el juez interviniente así lo considere.
También la fiscal pidió que otras cinco personas que estuvieron esa noche y habrían sido testigos de lo sucedido se presenten a dar declaración testimonial en sede judicial.
Respecto al local nocturno, la representante del Ministerio Público solicitó la clausura preventiva y que la Municipalidad de Posadas remita a la autoridad judicial la habilitación formal del establecimiento, así como los planos del lugar y la lista de las personas que allí trabajan.
En cuanto a la víctima, pidió que se sume al expediente la historia clínica del joven lesionado, el parte médico respecto a las lesiones por las que fue atendido y que todo sea remitido a personal del Cuerpo Médico Forense para su análisis.
Los requerimientos fueron comunicados al titular del Juzgado de Instrucción 3, Fernando Luis Verón, quien entiende en la causa. Será este magistrado el que dispondrá cuáles serán las medidas que se llevarán a cabo.
El pasado miércoles, por orden judicial, Peritos de la Dirección de Policía Científica y de Cibercrimen realizaron una inspección ocular en el boliche. Una de las medidas a determinar era si efectivamente existía un sector “ciego” donde las cámaras no podían tomar registros.

Primeras versiones
Según lo informado desde la familia de la víctima, fue atendido por hematomas múltiples, pérdida de conocimiento, pérdida parcial de visión en un ojo y dificultades auditivas. También sufrió una luxación de hombro, contusiones en el pecho, lesiones internas en la boca y múltiples excoriaciones. El joven trabajaba como barbero y cursaba estudios universitarios.
En base a lo que denunció, a las 3.30 del sábado 12 de julio se encontraba en un sector VIP del boliche junto a un amigo. Luego de permanecer algunos minutos y sin darles explicaciones, los hicieron salir de ese lugar.
Siempre según su relato, se movieron hacia otro sector y se quedaron allí por más de dos horas y media sin problemas, hasta que el mismo personal que los había desplazado volvieron a acercarse a ellos a las 6, pero ya para llevarlos a un sector donde no hay cámaras de seguridad, un punto “oscuro” donde habría ocurrido la agresión.
El joven manifestó públicamente que lo tiraron al piso, le pusieron la rodilla en el pecho y comenzaron a pegarle sin entender por qué lo hacían.
Además de las fotografías con las marcas en el rostro de la agresión, la familia habría accedido a filmaciones aportadas por otros concurrentes, en los cuales se vería a los custodios cuando tenían al joven en el piso. Éstas también serían analizadas como parte del material para fundamentar la denuncia acerca del ataque en un lugar donde las cámaras de seguridad del local no pueden registrar lo que sucede.





