La noticia llegó alrededor de las 17 y generó un fuerte impacto entre los empleados, que se reunieron de urgencia para evaluar los pasos a seguir. La multinacional Dass anunció despidos en su planta de Eldorado, según confirmó a PRIMERA EDICIÓN, Gustavo Melgarejo, delegado de la Unión de Trabajadores del Calzado (UTICRA), quien señaló que todavía no tenían el número preciso de cesanteados.
La planta de Eldorado, que empleaba hasta esta semana a 470 personas, ya había alertado en los últimos meses sobre una progresiva caída en la producción, producto de la falta de nuevos pedidos y el ingreso de calzado importado, que impacta directamente en la demanda de trabajo local.
En una entrevista concedida en junio a FM de las Misiones, el propio Melgarejo había anticipado este desenlace: “Yo no sé cuánto tiempo podría sostener la empresa a todos los trabajadores. La apertura de las importaciones golpea muy fuerte al sector”.
La advertencia de los gremios no era nueva. En enero, la producción rondaba los 10.500 pares diarios, pero cayó a entre 8.000 y 9.000 pares para julio.
Dass, de capitales brasileños, fabrica en la Argentina para marcas como Adidas, Fila, Umbro y Nike.El panorama no es exclusivo de Misiones. A comienzos de este año, la planta de Dass en Coronel Suárez cerró sus puertas y despidió a más de 300 trabajadores. En esa oportunidad, la empresa justificó la decisión en la caída del consumo interno y el cambio en las condiciones comerciales a nivel nacional.
Contexto
La situación de Dass Eldorado se inscribe en un contexto nacional marcado por la apertura de importaciones impulsada por el Gobierno de Javier Milei.
Desde diciembre, el ingreso masivo de productos fabricados en otros países volvió a inundar el mercado argentino, generando una competencia desigual para la industria local. En el sector del calzado, las cámaras empresariales advirtieron que el calzado importado ya representa casi el 30% de las ventas en comercios, desplazando a la producción nacional.
A esto se suma el derrumbe del consumo interno como consecuencia directa del ajuste fiscal y la caída del poder adquisitivo. La llamada “motosierra” aplicada sobre jubilaciones, salarios estatales y transferencias a las provincias provocó una drástica retracción de la demanda, especialmente en rubros como el calzado, la indumentaria y los electrodoméstic






